La guerra entre Netflix y las telecos promete convertirse en la gran batalla de 2023: ¿quién tiene la razón?
En el MWC ha tenido lugar un debate que lleva mucho tiempo recorriendo Europa: el impuesto a las grandes plataformas de streaming por ocupar el ancho de banda que suministran las operadoras.
Como nos contaban nuestros compañeros de Business Insider esta semana, Telefónica, Vodafone y Orange entre otros han elevado el tono en la última semana para exigir a los gigantes de internet que asuman parte de la financiación de las nuevas redes por el uso que hacen de ellas.
Y es que las empresa de telecomunicaciones de todo el mundo, pero especialmente en Europa, no están contentas con verse obligados a asumir la mayor parte de los costes de la transformación digital en curso. Proporcionar la tecnología que necesitan empresas como Netflix o Apple para funcionar es caro.
Informes de Frontier Economics y Axon señalan que el tráfico OTT en las redes de telecomunicaciones de la UE cuesta entre 36.000 y 40.000 millones de euros anuales a los proveedores.
Telefónica, multinacional española de telecomunicaciones que opera en 12 países de Europa y Sudamérica, preguntaba a través de su presidente: "¿No deberían los mayores generadores de tráfico contribuir equitativamente al coste de entregar su tráfico a los clientes finales?".
Netflix amenaza con reducir sus inversiones en la creación de contenido Europa
En pocas palabras, a los ISP les preocupa que el crecimiento sostenido del tráfico impulsado por los proveedores de contenidos como Netflix o Disney, que siguen produciendo cada vez más programas y películas, haya ejercido ya una enorme presión sobre sus redes, que los propios ISP tienen que mejorar.
Sin embargo, Netflix no lo consentirá. Peters, en su intervención en el Mobile World Congress de Barcelona, no se negó exactamente a reconocer el problema, pero explicó que obligar a los proveedores de contenidos a subvencionar a los ISP limitaría su capacidad de invertir en contenidos de alta calidad.
Aunque probablemente se podría pasar una larga y oscura noche discutiendo sobre la calidad de los contenidos de Netflix, Peters añadió que la desafortunada contrapartida perjudicaría a las comunidades creativas locales de toda Europa. El streaming en peligro por esta medida, vino a decir.
Y también negó que los costes de tráfico estuvieran aumentando. Según Peters, el tráfico ha aumentado sistemáticamente en torno al 30 % anual, pero los ISP han gestionado el aumento del uso de forma eficiente, mientras que sus costes se han mantenido estables. Esta guerra va para largo.
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Descubre más sobre Chema Carvajal, autor/a de este artículo.
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