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Las inversiones reales en hidrógeno de las petroleras europeas no son tan verdes como creíamos

Las verdaderas intenciones de las inversiones en hidrógeno de las petroleras europeas
Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

Pese a las intenciones europeas por el hidrógeno verde, las inversiones parece que van a ir dirigidas, en su amplia mayoría, a otro compuesto: el hidrógeno azul. Parece que las petroleras europeas nos están vendiendo una realidad totalmente falseada.

Uno de los grandes objetivos de la Unión Europea de cara a 2050 es el de lograr la neutralidad de carbono para todas sus industrias y el hidrógeno se postula como gran apuesta.

El hidrógeno es una de las opciones que ya se llevan barajando un tiempo, pese a algunas fuentes en contra, y que podría servir actualmente. Sabiendo esto, las grandes potencias se ponen en marcha para desarrollar soluciones eficientes con el hidrógeno, aunque China parece que toma ventaja en este aspecto.

Sin embargo y aunque las grandes petroleras europeas abogan por el hidrógeno como combustible para el futuro, esta gran apuesta no lo es tanto en realidad, según un nuevo estudio realizado por encargo de Transport & Environment (T&E), que demuestra que las inversiones en refinado de biocarburantes son ocho veces mayores.

De hecho, el estudio ha revelado que de los 39.000 millones de euros de inversiones previstas en combustibles alternativos por el sector del petróleo hasta 2030, casi el 75 % se destinará a aumentar la producción de biocombustibles. 

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Hidrógeno azul: el blanqueamiento de las petroleras que sigue siendo una opción poco respetuosa con el medio ambiente

"Los productores de petróleo promocionan el hidrógeno como su gran apuesta de futuro, pero en realidad sus inversiones en hidrógeno verde son lamentables. En su lugar, están centrando su nueva capacidad de refinado en biocombustibles que no pueden abastecer de forma sostenible las necesidades de transporte del mundo", explican en su estudio.

Concretamente hablan de grandes empresas como Shell, BP, Total, ENI y Repsol, que están invirtiendo en hidrógeno, pero sólo una parte es realmente "verde". Según el estudio, la mayor parte de sus inversiones se destinan a reducir la intensidad de carbono de sus refinerías, no a desarrollar combustibles ecológicos para el transporte.

Al parecer estos quieren separarse de lo que se denomina como "hidrógeno gris", un derivado de combustibles fósiles que emite muchas emisiones de carbono. Con el objetivo de blanquear estas emisiones, las grandes petroleras europeas están destinando unos 6.500 millones de euros en el llamado hidrógeno azul "bajo en carbono" para limpiar sus procesos de producción. 

Para que entendamos la diferencia, el hidrógeno gris se obtiene del gas natural mediante un proceso que consume mucha energía y emite mucho dióxido de carbono. El hidrógeno azul se presenta a veces como una alternativa limpia. Es esencialmente lo mismo que el hidrógeno gris, pero las emisiones de dióxido de carbono se capturan durante la producción, por lo que se mantienen fuera de la atmósfera.

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Sin embargo, el hidrógeno azul no es realmente una opción respetuosa con el clima. En parte porque sigue dependiendo del gas natural. Y la producción y conducción de gas natural es una de las principales fuentes de emisiones de metano que calientan el planeta.

"La mayor parte se destina a sustituir las sucias operaciones de hidrógeno gris por hidrógeno azul, que sigue utilizando gas fósil contaminante. En lugar de perder el tiempo con soluciones fáciles y a corto plazo, las refinerías de petróleo deberían pasar hoy mismo a producir hidrógeno verde y e-combustibles para barcos y aviones", concluyen en el estudio.

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Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.

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