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Científicos descubren que agregar sal a la pasta en el momento incorrecto puede ser peligroso para la salud

Hervir pasta

La mayoría echamos sal en el agua antes de que hierva, pero los científicos han descubierto que reacciona con los desinfectantes para crear subproductos nocivos para la salud.

Un plato tan sencillo de cocinar como unos buenos macarrones o espaguetis pueden acabar siendo perjudiciales para nuestra salud si agregamos sal en un momento concreto de la preparación, y esto se debe a que los desinfectantes en el agua del grifo son capaces de crear productos dañinos cuando se combinan con la sal.

Y es que agregarle sal en el momento equivocado a la hora de cocinar unos buenos macarrones o espaguetis puede ser un peligro para nuestra salud, tal como señalan científicos de la Universidad de Carolina del Sur, vía dailymail, quienes fueron capaces de analizar sustancias en el agua y lograr encontrar ciertas cantidades de desinfectantes que, al combinarse con sal, podían producirse productos nocivos.

Conocidos como subproductos de desinfección yodados (DBP), estas sustancias pueden provocar cáncer, daño hepático y disminución de la actividad del sistema nervioso.

En sus experimentos, mostraron que cuando la harina de trigo se calentaba en agua del grifo, que contenía cloro residual y se sazonada con sal yodada, se podrían formar subproductos de desinfección yodados potencialmente dañinos.

Pasos seguros para cocinar pasta

Después de varias pruebas, el equipo de investigadores formuló los pasos científicamente seguros para eliminar las toxinas de la pasta.

El primer paso es hervir el agua sin tapa, y el segundo paso es colar todo el agua de la pasta.

Los investigadores aclaran que la sal de yodada debe agregarse después de cocinar la pasta, y las opciones de sal sin yodo solo deben usarse si la pasta se hierve en agua con sal.

Hervir la pasta sin tapa permite que escapen los compuestos clorados y yodados vaporizados, y el colado de los fideos elimina la mayoría de los contaminantes”, comentan.

"Agregar sal yodada después de cocinar debería reducir el riesgo de formación de subproductos, pero se recomiendan sales no yodadas si se sala el agua antes de hervirla".

Para esa primera parte del experimento, siguieron las instrucciones de cocción en la caja así que llenaron una olla con agua, agregaron sal, dejaron el aceite y luego colocaron la pasta.

El equipo midió las cantidades de seis trihalometanos yodados, compuestos potencialmente tóxicos, en los alimentos cocidos y el agua de la pasta. 

Detectaron todos los trihalometanos yodados en agua de pasta y macarrones cocidos, y aclararon que las condiciones de cocción afectaron significativamente a las cantidades. 

La siguiente prueba cambió las condiciones de cocción y el tipo de sal, lo que los llevó a encontrar esas anteriores formas de reducir la contaminación.

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