Cómo organizar y optimizar tu rutina de teletrabajo para mejorar tu calidad de vida

El teletrabajo ha llegado para quedarse y se ha convertido en la realidad de muchas personas. Al ser una nueva modalidad de trabajo, las personas que no tienen experiencia en el sector laboral pueden encontrar ciertas dificultadas al trabajar en casa. Teniendo en cuenta esto vamos a ofrecer una serie de consejos y recomendaciones tanto para organizar como optimizar la rutina de teletrabajo.

Y, es que, muchas personas siguen considerando el teletrabajo como una versión suave de lo que es trabajar ya que se cree que, por hacerlo desde casa, esto no es así. Sí, el hecho de no tener que ir a un lugar de trabajo puede suponer una enorme ventaja para muchas personas, pero eso no siempre es así y más si no se tiene una disciplina a la hora de trabajar desde casa.

De hecho, muchas personas terminan por trabajar más cuando lo hacen desde casa que cuando van a la oficina y el motivo es bastante aparente: en la oficina hay tiempos marcados para todo y en casa esto no es así. La sensación temporal de trabajar se diluye al poder realizar otras tareas mientras tanto como puede ser poner una lavadora o esperar a que llegue un repartidor con un paquete.

Las posibilidades del teletrabajo son tanto una ventaja como una desventaja y, por desgracia, lo segundo no se tiene tan en cuenta como lo primero. Pero todo tiene solución y, en este caso, la forma de asegurarse el tener una mejor calidad de vida pasa por conseguir crear una rutina de teletrabajo que se adapte a las expectativas y, sobre todo, que sea realista a la hora de ser realizada.

Consejos y sugerencias tanto para organizar como para optimizar tu rutina de teletrabajo

Teniendo en cuenta la problemática general de teletrabajar, vamos a ver una serie de formas con las cuales mejorar la calidad de vida y hacer que el teletrabajo sea más viable tanto como forma de producción autogestionada como experiencia a la hora de realizar las diferentes tareas que se asignan durante la jornada laboral.

Lógicamente, no hace falta probar todos estos consejos o formas de afrontar el teletrabajo. De hecho, lo necesario es únicamente adaptar lo que parezcan más útiles o viables dentro de la jornada laboral. Y, es que, no todos los empleados tienen las mismas jornadas o responsabilidades, ni todas las empresas ofrecen la misma libertad de gestión.

Crea un calendario de teletrabajo y síguelo

Sí, el calendario de Google sirve para gestionar algo más que los cumpleaños. Pese a que parece algo razonable y lógico para cualquier personas que trabajar, la utilización correcta del calendario sigue siendo anecdótica. De hecho, muchas personas se dedican a añadir citas o eventos que luego simplemente son recordatorios sin importancia.

El calendario está para usarlo y esto implica hacer de él un elemento activo de la organización del teletrabajo. La mejor forma de ello es empezar la jornada laboral revisando lo que se encuentra dentro de este calendario, eliminando o cambiando de color lo completado y teniendo en cuenta lo que está por llegar el día de mañana al calendario.

Adapta el horario de teletrabajo a tus forma de ser

Esta recomendación aplica a los casos en los cuales la empresa ofrece a los empleados una jornada de trabajo flexible. En estos casos lo mejor es hacer que el teletrabajo se adapte a la forma que tienes de afrontar el día: ser una persona madrugadora o trabajar por la tarde puede convertirse en tu jornada.

Si existe esta posibilidad de adaptación lo mejor es aprovecharla porque así la jornada laboral puede ser más frutífera en cuanto a conseguir completar los objetivos, además que no te verás forzado a cambiar tus hábitos personales para así conseguir ser eficaz en tu trabajo. Por desgracia, esto solo aplica a las personas que tienen esta libertad por parte de su empresa.

Organiza tu espacio para que sea eficaz

No hace falta que tu espacio de trabajo sea el más fotogénico o que, por ejemplo, contenga una enorme cantidad de elementos que llamen la atención visualmente para que la gente se quede impresionada. Tu espacio ha de adaptarse a tu personalidad y esto implica pensar cómo hacer que sea eficaz.

Si eres una persona que necesita apuntar todo a mano para recordarlo lo lógico es que cuentes con una libreta cerca que te permita continuar con tu trabajo sin tener que parar un momento a buscarla. En cambio, si lo que necesitas es un espacio casi aséptico para evitar distracciones pues tendrás que evitar añadidos innecesarios. Lo importante es que el espacio esté adaptado a ti.

Los días laborales pueden ser los que tú quieras

Este consejo depende de la libertad que te ofrezca el trabajo. Y, es que, la semana laboral en el teletrabajo puede adaptarse al ritmo de los proyectos que vayan llegando lo que hace que, por ejemplo, un miércoles pase a ser un sábado o viceversa. Además, el hecho de poder partir la jornada permite que exista un cambio de aires que refresque la rutina.

Lo más recomendable es conseguir crear una jornada laboral de cuatro días ya que con esto se gana un día en el cual se puede descansar como si se tratase de un día no laborable más. Eso sí, esta situación solo puede ser llevada a cabo si existe la libertad suficiente en el trabajo y, normalmente, las grandes empresas suelen ser unas abanderadas de esto.

Trabaja fuera de casa

Pese a que la rutina es algo conveniente a nivel general para conseguir trabajar de forma constante, el mismo ambiente puede llegar a cansar. En estos casos y gracias a estar teletrabajando, la oficina puede ser cualquier lugar. Esto se aplica tanto a ir a una cafetería a trabajar como viajar a otra ciudad para hacer turismo, pero conservando la jornada laboral.

Posiblemente esta sea una de las mayores ventajas del teletrabajo, el hecho de que se puede trabajar desde cualquier lugar y, por lo tanto, no hace falta tener que quedarse en un mismo lugar para realizar la actividad laboral. Además, en muchos casos se puede viajar con lo mínimo ya que solo se necesita un portátil. Eso sí, puede que con visitar la cafetería de tu barrio ya des un cambio de aires.

No comas delante de la pantalla

Trabajar desde casa implica poder comer en cualquier momento y en cualquier lugar, lo que también supone que muchas veces se toman decisiones equivocadas como es el hecho de comer frente al ordenador con las pestañas del trabajo abiertas y estando dentro de la jornada laboral. Esto es un error en la mayor cantidad de situaciones.

Al comer delante de la pantalla lo que se genera es una situación en la que se normaliza estar presente en el trabajo durante un tiempo que deberías tener únicamente para ti. Lo mejor que puedes hacer es comer en otro espacio y, así, no asociar la zona de trabajo con otras acciones que no son trabajar como es la pausa para comer.

Tomate tu tiempo antes de entrar a trabajar y relájate al terminar

Empezar la jornada laboral puede ser abrumador y extremadamente agotador, hacerse a la idea de tener que trabajar durante 8 horas es una situación complicada para muchas personas. En caso de que te cueste empezar a trabajar lo mejor que puedes hacer es intentar mentalizarte y preparar todo lo que necesitas con 15 minutos de antelación.

Este periodo puede servir como un periodo de transición en el cual haces café o rellenas la botella de agua, tareas sin demasiadas complicaciones que sirven como una antesala relajada al trabajo. Eso sí, después de trabajar también debes tomarte tu tiempo para dejarlo todo cerrado y listo para la próxima jornada laboral.