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Estas son las diferencias clave entre el vidrio y el cristal y su reciclaje

Estas son las diferencias entre vidrio y cristal y su reciclaje
Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

Algo que a todos nos pasa es no terminar de conocer qué es de vidrio y qué es de cristal. Sin embargo, hoy os presentamos sus principales diferencias y su estricta norma de reciclado.

En la actualidad, hay mucha gente que no sabe muy bien cuáles son las diferencias entre el vidrio y el cristal. Al principio, ambos parecen materiales similares, ya que son transparentes y se utilizan para muchos aspectos parecidos. Sin embargo, el vidrio y el cristal no tienen la misma composición. Además, tampoco se reciclan de la misma manera, tal y como quieren explicarnos en Ecoembes.

En pocas palabras, todo el cristal es vidrio, pero no todo el vidrio es cristal. La principal diferencia es que el cristal contiene entre un 2 % y un 30 % de minerales (con o sin plomo), lo que permite fabricar vasos con mayor resistencia pero mucho más finos. También es más transparente y brillante, lo que lo convierte en una opción muy socorrida para objetos de gama alta. 

El vidrio normal, por otro lado, es un material natural, fabricado a partir de materias primas de la naturaleza y de origen sostenible, como la arena, la sosa y la piedra caliza. Combinadas con vidrio reciclado, estas sustancias se calientan en un horno hasta alcanzar un estado líquido que puede moldearse con la forma deseada. 

Pueden añadirse otros minerales, como sílice y bario, para manipular el color, la durabilidad y el grosor y crear distintos tipos, como el cristal.

Vidrio y cristal

Por último, la diferencia más famosa es el sonido. El cristal emite un timbre corto y sutil al golpearlo. Al hacerlo con el cristal se oye un timbre particular, ya que los diferentes materiales añadidos permiten que los sonidos se prolonguen. 

Cómo reciclar el vidrio y el cristal. Existen grandes diferencias

En cuanto al tema del reciclado, el vidrio en sí es sostenible y 100% reciclable y reutilizable. Se puede reciclar infinitas veces sin que pierda nada de su calidad o pureza.  Tal y como explican desde Ecoembes, “debemos depositar los objetos de vidrio en el contenedor verde”.

El vidrio reciclado, también llamado cullet, es el ingrediente más importante en la fabricación de vidrio. La ventaja de utilizar vidrio recuperado para fabricar nuevas botellas, por ejemplo, consume un 40 % menos de energía que los materiales originales para fundirse y moldearse.

Reciclaje de móviles

En cambio, el cristal es uno de los tipos de vidrio que no pueden reciclarse. Al estar fabricado con materiales añadidos, como bario, potasio y óxido de zinc, no puede reciclarse junto con los vasos o las botellas. "El cristal, puesto que no es reciclable, deberá desecharse en el contenedor gris o, si se trata de objetos grandes como ventanas y espejos, en los puntos limpios”, explica desde Ecoembes.

¿Para qué se utilizan el cristal y el vidrio?

El vidrio es uno de los materiales de envasado más eficaces. No hay riesgo de que productos químicos nocivos entren en contacto con alimentos o bebidas, lo que lo convierte en una opción segura para el almacenamiento a largo plazo y la protección de nuestra comida.

En comparación, el cristal contiene elementos adicionales, concretamente óxido de plomo. Debido a la posibilidad de que el óxido de plomo contamine los alimentos o bebidas, a menudo se desaconseja su uso para su almacenamiento. Sin embargo, en condiciones normales de consumo, no se libera plomo peligroso, por lo que tampoco nos alarmemos, su uso es seguro.  

Eso sí, la creciente preocupación por el cristal de plomo ha llevado al desarrollo del "cristal sin plomo". Para que el cristal sea más seguro en este aspecto, la única diferencia es que el óxido de plomo en la producción se sustituye por óxido de bario, óxido de zinc u óxido de potasio.

Con todo esto y ahora que sabes la diferencia entre vidrio y cristal, y volviendo a hablar de reciclaje, debemos tener en cuenta cualquier tipo de material para darle una segunda vida antes de reciclarlo. No olvidemos las 3 R. La segunda R es la reutilización, y es que, antes de deshacernos de un posible residuo, lo fundamental es intentar darle una segunda vida.

Por supuesto añadir que cuando se recicla un material, no se vuelve a obtener la totalidad de la materia prima. Además, hay que sumar el gasto energético que supone elevar la temperatura del vidrio para volver a darle forma. El material es 100 % reciclable, necesita un coste adicional para reciclarlo, pero este es aún mayor si hablamos de un proceso de fabricación desde cero.

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Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.

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Etiquetas: Medio Ambiente