Esta es la explicación científica a por qué a algunas personas les encanta el olor a gasolina

Un estudio científico ha revelado la causa del porqué el olor a gasolina resulta agradable para algunas personas. El secreto está en una sustancia que, aunque peligrosa para la salud, puede generar una sensación de placer en el cerebro al ser inhalada.
En el mundo hay gustos e intereses tan diversos que van desde los pasatiempos extravagantes, hasta preferencias de comida únicas, cada persona tiene su propia forma de encontrar placer en las cosas más inesperadas.
Y entre esos gustos peculiares, nos encontramos con un grupo bastante curioso, se trata de aquellos a quienes les fascina el olor a gasolina. Si alguna vez te has preguntado por qué algunas personas disfrutan de este aroma, que para otras es desagradable, hay una explicación científica a este fenómeno.
La respuesta está en los recuerdos de la infancia
Si bien puede parecer desconcertante, este gusto tiene que ver con el funcionamiento de los sentidos y los recuerdos.
En un artículo publicado en Discover Magazine por Carl Engelking, se explica que el olor distintivo de la gasolina es el resultado de un compuesto químico llamado benceno, que es el que mejora el rendimiento del combustible y eleva el índice de octanaje.
Además, el benceno es reconocible incluso en pequeñas cantidades, lo que ha llevado a su uso en productos de higiene. Esta asociación con el aroma y la memoria se conoce como el fenómeno Proust, en honor al escritor Marcel Proust, quien descubrió cómo los olores y sabores pueden evocar recuerdos de la infancia.
De este modo, la relación entre el olor a gasolina y la nostalgia es donde radica la clave para entender por qué algunas personas encuentran placentero este aroma.
El sistema olfativo está íntimamente conectado con partes del cerebro que manejan las emociones, así como la formación de la memoria, como la amígdala y el hipocampo. En este sentido, la conexión emocional entre olores y experiencias pasadas es lo que puede hacer que el olor a gasolina sea agradable.
Asimismo, el benceno tiene un efecto supresor en el sistema nervioso, lo que podría contribuir a esa sensación de "zumbido" o bienestar que algunas personas experimentan al olerlo. Aunque hoy en día su uso en productos de consumo está más regulado debido a sus riesgos, en el pasado fue comúnmente utilizado.
No obstante, es crucial mencionar que, si bien disfrutar ocasionalmente del olor a gasolina puede despertar recuerdos de la infancia, la inhalación constante de solventes y productos químicos puede ser perjudicial para la salud.
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