Un japonés jubilado es detenido por llamar 2.060 veces a la policía en 9 días
Los japoneses tienen una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo. Pero al parecer hay ciudadanos a los que no les gusta la policía...
Un japonés jubilado de 67 años ha sido detenido tras realizar 2.060 llamadas a la policía en 9 días. Cuando un agente cogía el teléfono... se dedicaba a insultarle.
Los hechos ocurrieron entre el 30 de septiembre y el 8 de octubre en la ciudad de Kawaguchi, en la prefactura de Saitama, en Japón, según informa la prensa local.
En esos 9 días, este japonés jubilado llamado Yoshio Shimada, realizó nada menos que 2.060 llamadas a la policía, desde su teléfono móvil. Es una cifra increíble, porque eso significa que llevó a cabo una llamada cada 6,2 minutos, durante 9 días seguidos, mañana y noche. En total, el incansable ciudadano invirtió nada menos que 27 horas.
¿Y qué es lo que quería para llamar tantas veces a la policía? Cuando le cogían el teléfono... se ponía a insultarles. Les llamaba "enormesimbéciles", "ladrones de impuestos", y les decía que deberían ser despedidos. En este vídeo podemos ver al detenido:
Debido al acoso constante, no tanto por los insultos como por el tiempo que les hacía perder, la policía decidió detenerlo.
La investigación llevada a cabo parece confirmar que este ciudadano japonés llevaba años realizando esta práctica, pero nunca con tanta insistencia. Es uno de los pocos casos de acoso a la policía que se conocen.
La comisaría de Urawa está investigando por qué el detenido tiene tanto odio a la policía, y si sufre algún tipo de trastorno. No parece normal este tipo de comportamiento, por mucho tiempo libre que tengas.
Este japonés jubilado no está dispuesto a colaborar con la ley. Durante la detención reconoció su culpa, y según la prensa dijo que "sabía que algún día vendrían a por mí".
Si no se trata de algún tipo de trastorno, Yoshio Shimada será acusado de obstruir la labor de las fuerzas del orden. Llamar 2.060 veces a la polícia en 9 días, y pasar 27 horas al teléfono insultándoles, parece una grave pérdida de tiempo para los agentes del orden, porque sus llamadas podrían haber bloqueado peticiones de ayuda graves.
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