Este metal precioso es 10 veces más caro que el oro y es muy posible que tengas un poco

Este metal es el más caro del mundo, con un precio de más de 18.000 euros por onza. Tiene unas propiedades increíbles, como su resistencia a la corrosión y a la oxidación, y su excelente conductividad eléctrica.
¿Qué metal se te ocurre cuando piensas en algo que cuesta diez veces más que el oro? Quizás te imagines joyas, perlas o diamantes, pero hay otro material que los supera con creces. Se trata del rodio, un metal escaso y valioso que tiene múltiples aplicaciones industriales y tecnológicas.
El rodio es un metal blanco, brillante y reflectante que se ha convertido en el más caro y uno de los más escasos del mundo. Lo que quizás no sepas es que es muy probable que tengas un poco de este metal en tu casa, ya que se usa en muchos dispositivos electrónicos y catalizadores de coches.
Un metal precioso que puede que tengas en casa
El rodio es un metal de transición que pertenece al grupo del platino, junto con otros metales como el paladio, el iridio, el osmio y el rutenio. Es muy duro y resistente, que no se oxida ni se corroe fácilmente, además, es capaz de soportar temperaturas extremas y es un conductor eficiente de electricidad.
Asimismo, el metal tiene una densidad de 12.41 gramos por centímetro cúbico, por lo que es un elemento muy raro en la Tierra. De hecho, se estima que hay unos 0.000037 partes por millón de rodio en la corteza terrestre, lo que equivale a unas 30 toneladas en total.
Las aleaciones se extraen de minerales de cobre y níquel, especialmente en Sudáfrica y Rusia, que son los principales productores mundiales de este metal. Tiene una gran variedad de aplicaciones industriales y comerciales, gracias a sus propiedades físicas y químicas.
El uso común del rodio es en los convertidores catalíticos, que son dispositivos que se instalan en los tubos de escape de los coches para reducir las emisiones contaminantes de los motores de combustión. Esto significa que actúa como catalizador que facilita las reacciones químicas sin consumirse ni alterarse.

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También se encuentra en los enchufes, especialmente en los interruptores y relés, esto se debe a que tiene una baja resistencia al contacto y una alta resistencia al desgaste, lo que lo hace ideal para transmitir señales eléctricas sin perder potencia.
Otro empleo es en cables de resistencia, especialmente aquellos que general calor al pasar por una corriente eléctrica. Los cables de rodio se usan para calentar hornos eléctricos, tostadoras y estufas.
Al ser un metal precioso, de igual manera se utiliza en joyería, ya sea como recubrimiento para dar brillo y protección a otros metales como el oro blanco o la plata, o como material para fabricar anillos, pendientes o colgantes.
La rareza, así como las propiedades del rodio lo convierten en un metal muy valioso. Por ejemplo, su precio ha fluctuado mucho a lo largo de los años, dependiendo de la oferta y la demanda, pero en 2008, su coste alcanzó "solo" los 10.025 dólares (9.200 euros) por onza, unos 28 gramos.
Posteriormente, en 2020, su valor incrementó debido a la escasez de suministro y al aumento de la demanda por parte de la industria del motor. Actualmente, el precio del rodio ronda los 20.000 dólares (18.500 euros) por onza, lo que lo convierte en el material más caro del mundo por encima del oro.
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Descubre más sobre Juan Manuel Delgado, autor/a de este artículo.
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