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El trágico relato del peor ataque de tiburones de la historia: 150 muertos

El trágico relato del peor ataque de tiburones de la historia: 150 muertos

La pesadilla tuvo lugar hace 78 años, y sus supervivientes sufrieron traumas durante años. Cuatro días a merced de los tiburones, sin poder defenderse.

El USS Indianápolis era un crucero pesado estadounidense que fue hundido por un submarino japonés durante la Segunda Guerra Mundial. El ataque dejó más de 300 muertos. Pero eso solo fue el comienzo de la pesadilla. Estaba a punto de ocurrir el peor ataque de tiburones de la historia.

Según cuenta Smithsonian Magazine, el 28 de julio de 1945, el USS Indianápolis acababa de entregar en la base norteamericana del Pacífico una pieza clave para la bomba de Hiroshima, que se lanzaría unos días después, el 6 de agosto de 1945.

Partió hacia el Golfo de Filipinas para reunirse con el USS Idaho, y preparar la invasión de Japón.

El ataque de tiburones más sangriento de la historia

Al día siguiente al mediodía, el 29 de julio, el USS Indianápolis fue atacado por sorpresa por un submarino japonés. Dos torpedos alcanzaron el combustible para aviones que llevaba, y el depósito de municiones. La explosión fue tan grande, que el USS Indianápolis se partió en dos. La nube de humo superaba los 100 metros de altura.

El enorme crucero de batalla se hundió por completo en solo 12 minutos. Según el informe, unos 300 marineros fallecieron en el ataque, y alrededor de 900 pudieron saltar al agua. Los más afortunados, en botes salvavidas. La mayoría, flotando en el agua sujetos a los restos del barco.

USS Indianápolis

USS Indianápolis

Pasaron las horas, y la ayuda no llegaba. El USS Indianápolis no llevaba escolta, así que nadie más había visto el ataque, si sabían dónde estaban.

Los supervivientes tenían sed y estaban hambrientos, pero eso no era lo peor. Lentamente, comenzaban a aparecer tiburones por todos los lados. Docenas de ellos.

Al principio se lanzaban a por los cadáveres pero, atraídos por el olor de la sangre, atacaban también a los heridos. La mayoría eran tiburones de arrecife de punta blanca (Triaenodon obesus), un tiburón tan grande como una persona, 1,6 metros de largo, que se vuelve muy agresivo cuando huele la sangre:

Tiburón de arrecife de punta blanca

Tiburón de arrecife de punta blanca

Los supervivientes se habían juntado en varios grupos, porque pensaban que así estarían más protegidos. Pero poco a poco se iban alejando de los heridos, porque eran un imán para los tiburones.

Testigos de la pesadilla cuentan que muchos marineros estaban paralizados de terror, y ni comían ni bebían, pese a que tenían víveres. Renunciaron a abrir latas de carne, porque el olor atraía aún más a los tiburones. Atacaban también a los marineros sin heridas, cuando chapoteaban o intentaban mantenerse a flote. 

Pasaron tres días, y la ayuda no acudía. Muchos naúfragos comenzaron a morir de hambre, sed o cansancio. Los más desesperados llegaron a beber agua del mar. El sol les hacía alucinar, y varios marineros fueron arrastrados al fondo del mar por sus propios compañeros moribundos, que se sujetaban a ellos como lapas.

Finalmente, el cuarto día, un avión de reconocimiento que los estaba buscando, localizó a los supervivientes. Tenía orden de no amerizar, pero viendo que sus compañeros estaban siendo devorados vivos por los tiburones, amerizó en el mar y metió en el avión a todo el que pudo. Unas horas más tarde llegó el USS Doyle, que rescató al resto.

De los 900 marineros que cayeron al agua, solo se salvaron 317. De los casi 600 fallecidos, es muy difícil saber cuántos murieron por los ataques de los tiburones. Según cuenta los testigos, entre varias docenas, y 150 marineros. Pero sin duda es el peor ataque de tiburones de la historia. Una pesadilla dentro de otra pesadilla, la guerra. Ójala nunca vuelva a repetirse.

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Etiquetas: Viral, Curiosidades