Sam Altman, reconocido como el creador de ChatGPT y cofundador de OpenAI, ha presentado una propuesta impactante en el mundo de las criptomonedas. Su proyecto, World Coin, plantea una forma única de obtener ingresos: una renta básica en criptomonedas cambio de tus datos biométricos oculares.

World Coin busca revolucionar la distribución y el uso de las criptomonedas al ofrecer algo parecido a una renta básica universal mundial. Altman pretende lograr esto a través de la creación de la red financiera más grande del planeta, donde cada individuo recibiría criptomonedas a cambio de confirmar su identidad mediante el escaneo de su iris utilizando un identificador biométrico llamado Orbe.

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La propuesta de Sam Altman, creador de ChatGPT, ha generado gran interés, pero también ha suscitado preocupaciones sobre la privacidad y el valor de nuestros datos biométricos. Aunque World Coin asegura que las imágenes obtenidas se eliminan rápidamente, existe la inquietud de que nuestros datos biológicos puedan ser vulnerables a un mal empleo o una posible filtración.

El proyecto ha recibido una inversión inicial de 115 millones de dólares, y ya cuenta con casi dos millones de usuarios registrados en su plataforma. Altman busca establecer a World Coin como un método de identificación digital válido para diversas transacciones, incluyendo el envío de dinero, el ejercicio del voto y trámites gubernamentales. 

El valor de los datos biométricos

Sin embargo, la promesa de recibir tokens a cambio de nuestros datos biométricos plantea una pregunta fundamental: ¿cuál es el valor real de esta información? La privacidad sigue siendo un tema delicado en la era digital, y aunque World Coin asegura la eliminación de las imágenes biométricas, s. surge el interrogante sobre quién se beneficia realmente de la información recopilada. 

Es importante considerar los posibles riesgos y beneficios antes de decidir participar en este tipo de proyectos. Si bien la idea de recibir criptomonedas puede resultar atractiva, es crucial evaluar cuidadosamente el valor que estamos dispuestos a asignar a nuestra privacidad y nuestros datos biométricos y la confianza que depositamos en la gestión de los mismos.

El proyecto tiene previsto desplegar puntos de registro en diferentes ciudades alrededor del mundo, lo que permitirá a los usuarios escanear su iris y recibir tokens a cambio. La empresa asegura que esta tecnología de escaneo es confiable y prácticamente invulnerable, pero debemos seguir atentos a las medidas de seguridad y privacidad implementadas.