Los sponsors más extraños, frikis y polémicos que han pasado por la F1

El hecho de que la Fórmula Uno sea el máximo exponente de todo el mundo del coche y la parte de la competición donde más tecnología existe, no es algo que no sepáis ya.

El gasto que significa tener lo más actual y mejor en tecnología automovilística es absolutamente tremendo, razón por la que muchos equipos privados han acabado sucumbiendo y desapareciendo de la competición.

Los presupuestos que se manejaban hasta la temporada pasada en la F1 eran desorbitados, habiendo equipos como Ferrari o Red Bull que en el año 2021 superaban ampliamente los 400 millones de euros.

Actualmente los equipos tienen limitado el presupuesto, lo que ha permitido que marcas como Audi o Ford, además de empresas privadas como Andretti, hayan confirmado su desembarco en la Formula uno los próximos años.

Ahora mismo ningún equipo puede gastar más de 145 millones de euros, lo que es una cantidad significativamente menor que la acumulada años anteriores, aunque sigue siendo una inversión considerable.

Para conseguir estos números, a lo largo de historia los equipos han tenido que ideárselas de todas las maneras posibles, siendo el camino "más sencillo" el de la publicidad. 

Esto ha significado que marcas muy poderosas de diversos campos hayan aterrizado en la Fórmula Uno durante todos estos años, acompañadas por otro tipo de empresas y situaciones que han sido bastante surrealistas, extrañas e incluso algo frikis.

Pero al final es comprensible, porque lo que buscan los equipos son empresas que quieran publicitarse en sus coches y que hagan que puedan cubrir su presupuesto anual, por lo que algunas veces no les ha quedado más remedio que sucumbir a patrocinios cuanto menos curiosos.

Índice de contenidos:

• Mission Winnow
• El fútbol también quiere estar en el Gran Circo
• ¿Bin Laden en la Fórmula Uno?
• Llega la revista Penthouse
• Un poco de música no viene mal
• Que la fuerza te acompañe
• T-minus, la marca fantasma
• Monoplaza bien "protegido"
• Un patrocinio así da miedo
• Dos en uno

Mission Winnow

A todos los aficionados a la F1, el primero de esos patrocinios extraños que nos viene a la mente es el que protagonizó Ferrari en 2019 con un estampado en el alerón trasero donde ponían Mission Winnow.

Aunque la marca italiana pretendió darle un significado más complicado con un comunicado donde la ambigüedad era clara con frases como "este patrocinador es un laboratorio de cambio centrado en reformular conversaciones, generar debates abiertos", lo cierto es que detrás de todo se supo que estaba la tabacalera Phillip Morris.

Al prohibirse la publicidad de marcas de tabaco, el patrocinio anterior de la Scudería, Marlboro, ya no podría aparecer, de ahí esta campaña y diseño de un logotipo que pretendía eludir las reglas de dicha prohibición, pero al mismo tiempo seguir llamando la atención.

El fútbol también quiere estar en el Gran Circo

Algo que dejó a todo el paddock con la boca abierta fue cuando en el año 2012, justo en los entrenamientos libres del GP. de España, apareció el equipo Sauber con el escudo del equipo de fútbol inglés Chelsea FC en la parte trasera de su monoplaza.

Fue realmente sorprendente, ya que incluso algunos miembros de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) declararon desconocer tal patrocinio. Era totalmente legal y no había objeción alguna, pero resultaba extraño que un equipo de otro deporte tuviera presencia en la F1.

La relación entre ambos sigue vigente hoy en día.

¿Bin Laden en la Fórmula Uno?

Aunque te pueda parecer una broma, no lo es, ya que la empresa constructora más importante de Arabia Saudí, llamada Bin Laden, propiedad del padre del más famoso terrorista de todos los tiempos, patrocinó al equipo Williams en 1979.

El patrocinio fue efímero y nada significativo, pero no deja de ser curioso visto hoy en día que sabemos todo lo que ocurrió después.

Evidentemente en aquellos años nadie se podía imaginar nada de lo que pasó en 2001, de ahí que el patrocinio se considerara totalmente normal e incluso pasó totalmente desapercibido.

Llega la revista Penthouse

La revista para adultos Penthouse consiguió patrocinar dos veces al mismo equipo Hesketh, el cual hoy en día está desaparecido.

La primera vez fue en 1976, convirtiendo a este monoplaza en uno de los más recordados de la historia por un diseño de un gusto, dudoso al menos.

La segunda vez que colaboró con este equipo fue en 1982, aunque esta vez el diseño no era tan exagerado como la anterior.

Un poco de música no viene mal

Otro de los patrocinios más recordados por lo extraño del hecho, fue cuando el piloto sueco Slim Borgodd (músico de segunda profesión), habló con los dueños del equipo alemán ATS para indicarles que tenía la posibilidad de un patrocinio para el equipo.

Este suponía en llevar el logo del, por entonces, grupo más famoso del mundo, que era ABBA, en el lateral del coche.

Ellos estaban en la cima de su éxito y esto no iba a hacer más que promocionales en mayor medida, además de suponer una ayuda al equipo.

Que la fuerza te acompañe

Pocos días después de que se presentara la película Star Wars: Episodio II, La venganza de los Sith en el Festival de Cannes, Red Bull iba a competir en el Gran Premio de Montecarlo.

Cual fue la sorpresa cuando, no solo vemos el coche del equipo austriaco cubierto de publicidad de la película, sino que los mecánicos iban todos ataviados con trajes de soldados imperiales.

T-minus, la marca fantasma

El caso de T-minus no es que fuera friki o extravagante, puesto que parecía un marca normal y corriente, aunque no era nada conocida, que había llegado a la Fórmula Uno.

Llegó al equipo Arrows (desaparecido en la actualidad) en 1999 afirmando en un inicio ser una bebida energética, luego una marca de motocicletas, para después ir rebotando en varias facetas hasta que se supo que el negocio era simplemente una herramienta de cambio de marca (a través de Donut Media). 

La cabeza visible de este proyecto era el Príncipe Malik Ado Ibrahim y el acuerdo era de 125 millones de dólares con el equipo. En lugar de vender algo por sí mismos, lo que pretendían era colocar un logotipo en un automóvil de Fórmula 1 y luego vender esta marca como una colaboración para aumentar la visibilidad del mercado a otras empresas.

Al final desapareció, lo que provocó que Arrows dejara de estar presente en la F1, ya que no recibió el dinero esperado.

Monoplaza bien "protegido"

Uno de los patrocinios más curiosos de la Fórmula Uno se dio entre 1976 y 1978 en el equipo de John Surtees, el único piloto en ser campeón de la F1 y de motociclismo en la historia.

Es evidente que en un monoplaza se debe ir protegido, pero en esta ocasión lo llevaron a otro nivel, teniendo un acuerdo con el fabricante de británico de preservativos Durex.

Alan Jones llevaría el logotipo en el frontal y totalmente visible, nada de ocultarlo, de la marca de profilácticos a cambio de una buena cantidad de dinero, por supuesto.

Un patrocinio así da miedo

El equipo Merzario-Ford se atrevió a poner en su coche un sponsor muy poco apropiado, al que muchos pilotos, sabiendo que muchos de ellos son bastante supersticiosos, no se montarían nunca.

Pero cuando se necesita dinero para que un proyecto sobreviva se toman decisiones desesperadas y se aceptan patrocinadores como el que vamos a ver.

Se trataba de una funeraria en el coche, eso sí, de forma muy discreta. El propio Arturo Merzario, el dueño de la escudería se hizo con los mandos del coche.

Fue una relación corta, pero muchos pilotos de la época aseguraban que no era una sensación bonita ver esa publicidad en el alerón trasero del monoplaza.

Dos en uno

En el año 1999 el equipo BAR Honda le propuso a la FIA tener un patrocinio diferente para cada uno de sus coches, es decir, quería que en el primer coche apareciera solo Lucky Strike y que en el segundo fuera 555 el protagonista.

La Federación Internacional de Automovilismo se lo negó, después de varios intentos y varios tipos de diseños, pero no lo consiguieron.

Al tener con ambos patrocinadores cerrados, decidieron una "solución salomónica", es decir, la mitad del monoplaza para 555 y la otra mitad para Lucky Strikes, separadas ambas por una cremallera.

No se puede negar la originalidad del diseño. No debió gustar mucho a los patrocinadores, puesto que al año siguiente ya no era igual y 555 desapareció.

Estos son los patrocinadores más extraños, curiosos o directamente frikis que ha habido en la Fórmula Uno. Puedes contarnos que te han parecido en nuestras redes sociales.