7 tecnologías del cine que parecen de ciencia-ficción pero que se utilizan en las grabaciones
El cine ha sido una fuente inagotable de ingenio a la hora de crear la “magia” que convertía lo imposible en realidad al otro lado de la pantalla.
Han pasado más de 120 años desde que los primeros directores de cine se atrevieron a traspasar los límites de la realidad para crear mundos imaginarios en los que todo era posible rompiendo las leyes de la física.
La tecnología ha sido una de las mayores protagonistas en todo ese camino de descubrimiento de cómo engañar al espectador. Estas son las 7 tecnologías del cine que parecen ciencia-ficción, pero que actualmente se utilizan para crear los efectos especiales en las grabaciones de cine.
7 tecnologías del cine que parecen ciencia-ficción pero que se utilizan en las grabaciones
- Modelismo y perspectiva, todo lo que necesitas para engañar al espectador
- Chroma Key, realidad con un fondo de ficción
- Drones, un punto de vista diferente
- Bullet time, la tecnología que detiene el tiempo
- Captura facial y de movimientos para dar vida a seres imposibles
- Stagecraft, retroproyecciones que se mueven con la cámara
- Shapeshifter, inteligencia artificial para rejuvenecer a los actores
Efectos especiales: magia y tecnología en el cine desde 1902
Uno de los primeros directores que pensó en el cine como en un espectáculo de ilusionismo fue Georges Méliès, un artista tras las cámaras que también había hecho sus pinitos como mago.
Con la baza del ilusionismo en su manga, el director utilizó una serie de ingeniosos trucos durante el rodaje de Viaje a la luna, la que sería la primera película de ciencia ficción de la que se tiene constancia.
Esta película supuso el inicio de una era en la que la utilización de trucos y efectos especiales para crear realidades imposibles y saltarse las leyes de la física cuando el guion así lo requiera son algo habitual.
Los efectos especiales que se utilizan actualmente tienen una carga mucho más tecnológica, pero mantiene el mismo ingenio y capacidad de engañar al espectador haciendo que cualquier cosa que imagines puede convertirse en una realidad a 24 fotogramas por segundo.
Modelismo y perspectiva, todo lo que necesitas para engañar al espectador
Una de las técnicas más básicas de los efectos especiales es la utilización de maquetas que simulen escenarios imposibles.
Naves espaciales, paisajes lunares o edificaciones de extraterrestres son algunos de los entornos que George Lucas emuló utilizando maquetas para recrear los escenarios de las primeras entregas de Star Wars.
Bastaba crear maquetas que contaran con todo lujo de detalles y situar la cámara en la perspectiva adecuada para hacer creer a los espectadores que se estaba sobrevolando un enorme destructor imperial o esquivando las enormes patas de un AT-AT.
Esta técnica que parece ya casi artesanal se ha continuado utilizando asiduamente en el rodaje de grandes superproducciones como las de El Hobbit o El Señor de los Anillos.
En ellas, Peter Jackson utilizó maquetas y fondos de paisajes pintados a mano para, mediante el uso de lentes con focales de sonda, crear planos en los que se sobrevolaban ruinas ancestrales o se creaban entornos como los de Minas Tirith o Rivendell.
Este tipo de efectos puede parecer un tanto arcaicos, pero es necesaria una gran dosis de talento y medios técnicos para hacer que unos elementos de apenas un metro de alto parezcan torres insalvables.
Chroma Key, realidad con un fondo de ficción
La técnica conocida como Chroma Key o pantalla croma, supuso la llegada de los primeros efectos digitales al cine ya que permitía ubicar a los personajes en escenarios en los que realmente no estaban, o realizar acciones imposibles.
Ver a Superman volar, o a un soldado imperial surcar el aire a gran velocidad ya era posible gracias a la magia del croma.
En realidad, el uso del croma se remonta a los años 30, pero hasta los años 70 no se extendió su uso masivo. En un principio se usaba una pantalla de color azul sobre la que en postproducción se proyectaba un fondo distinto.
Más tarde se descubrió que las cámaras eran más sensibles al color verde y su uso se ha mantenido como una de las tecnologías clave en la creación de efectos especiales en el cine y la televisión gracias a su reducido coste.
El desarrollo de esta tecnología ha servido como base para crear y perfeccionar toda una tecnología de edición de efectos especiales que hace imposible diferenciar dónde termina la realidad y comienza la ficción.
Un ejemplo de película en la que se hizo un uso intensivo del croma fue en la versión de Alicia en el País de las maravillas de Disney que dirigió Tim Burton, en el que todos los escenarios se generaron sobre un croma, así como gran parte de los personajes que aparecían en esta versión.
Drones, un punto de vista diferente
Los drones se han convertido en una herramienta imprescindibles en la industria del cine por las espectaculares tomas que permite rodar y su bajo coste comparado con los medios de grabación convencionales.
La mejora en los sistemas de vuelo y el aumento de su capacidad de carga ha hecho posible montar cámaras de alta calidad en estas aeronaves y controlarlas a largas distancias para obtener planos que nunca antes se habían obtenido. Producciones como Juego de Tronos, o James Bond 007: Spectre han utilizado drones en sus rodajes.
Lograr un plano totalmente cenital de una ciudad o de una playa es uno de los recursos más apreciados por los cineastas, que hasta no hace mucho se veían obligados a realizar mediante vuelos con helicóptero con el coste adicional que eso conllevaba para la producción.
El uso de esta tecnología también se emplea para situar a los actores en un determinado entorno en el que se hace difícil instalar un equipo de grabación como puede ser una montaña.
La estabilidad que dan los sistemas de vuelo permite rodar con drones en escenas para las que antes se habría necesitado un sistema de steadycam para llevar a cabo paneos y travelings, con el ahorro en costes y tiempo de montaje que supone su uso.
Bullet time, la tecnología que detiene el tiempo
Por su nombre “técnico” es posible que nadie identifique esta tecnología que revolucionó el mundo del cine de acción por su espectacularidad, pero si te decimos que se trata de “el efecto Matrix”, es posible que sí sepas de qué te estamos hablando.
Bullet time se utilizó por primera vez en la película Matrix de los hermanos Wachowski para representar la capacidad de Neo de esquivar las balas creando un movimiento que desafiaba las leyes de la física ralentizando el tiempo de forma extrema.
Este efecto de ralentización se logra registrando el movimiento desde distintos puntos de vista utilizando para ello una batería de cámaras perfectamente sincronizadas para dispararse secuencialmente. De ese modo se obtiene un plano en el que la cámara gira en torno a un elemento que está detenido o avanza muy lentamente.
De alguna forma, esta técnica está emparentada con el stop motion, pero en lugar de cambiar de posición al elemento, lo que cambia es el punto de vista dejando al protagonista literalmente congelado.
Captura facial y de movimientos para dar vida a seres imposibles
La potencia de cálculo de los ordenadores actuales ha facilitado la captura de movimiento que llevan a cabo actores reales pero que, tras un tratamiento digital, cobran vida en personajes de ficción íntegramente creados por ordenador.
Entramos de lleno en los dominios de las imágenes generadas por ordenador o CGI (por sus siglas de Computer-generated imagery).
La técnica se basa en establecer de una serie de puntos clave en el cuerpo o la cara del actor para, mediante técnicas de transformación digital, vincularlas con otros puntos en el personaje digital para replicar los mismos movimientos.
Esta técnica se ha utilizado ya en innumerables ocasiones, pero tal vez uno de los más sonados haya sido la interpretación de Andy Serkis para dar vida a un digital y entrañable Gollum en El Señor de los Anillos o animando los movimientos de Caesar en La guerra del Planeta de los Simios.
Existen diversas variantes de captura de movimientos en las que se utilizan cámaras con infrarrojos o láser para captar los puntos de clave, así como sofisticadas aplicaciones de software con las que se consigue captar la expresión facial del actor para representarla digitalmente en el personaje de ficción.
Sin duda alguna, la captura de movimiento es una de esas tecnologías del cine que parecen ciencia-ficción pero que se utilizan de forma habitual en los rodajes de cine, pero también en la industria del videojuego.
Stagecraft, retroproyecciones que se mueven con la cámara
Probablemente el nombre de Stagecraft no te suene de nada, pero si te decimos que es la tecnología de efectos especiales que se ha utilizado para grabar los escenarios de The Mandalorian.
Disney
Stagecraft podría considerarse una evolución de las técnicas de croma ya que se basa en el mismo principio para representar fondos y escenarios en los que realmente no se encuentran los actores.
La gran diferencia es que Stagecraft sincroniza el fondo con el tiro de cámara, lo cual permite mover el punto de vista del espectador haciendo que el fondo se mueva con él, obteniendo un resultado mucho más realista y natural.
Para llevar a cabo esta “magia” se dispone una pantalla LED que rodea prácticamente todo el set de rodaje y el movimiento de las cámaras se sincroniza con el fondo mediante un sistema informático.
Después, el motor gráfico Unreal Engine, utilizado en una larga lista de shooters y otros videojuegos, se encarga de generar y sincronizar la imagen que se muestra en la pantalla LED del fondo creando la ilusión de profundidad directamente en el rodaje.
La gran ventaja de utilizar esta tecnología en el cine es que no es necesario desplazar a todo el equipo de filmación a las localizaciones ya que pueden recrearse en un estudio, y el tiempo de rodaje se optimiza ya que Stagecraft no está sujeto a cambios climáticos o de luz ambiental.
De hecho, es en este punto donde es especial ventajoso ya que permite alterar digitalmente las condiciones de luz para utilizar el mismo escenario haciendo que parezcan distintos momentos del día e incluso estaciones del año.
Shapeshifter, inteligencia artificial para rejuvenecer a los actores
Tarde o temprano la inteligencia artificial tenía que hacer acto de presencia en el mundo del celuloide, y lo hace de la mano de una técnica llamada Shapeshifter.
En realidad, se trata de una técnica similar a la utilizada por los escalofriantes deepfakes en los que un actor suplanta los gestos de un personaje popular y, mediante inteligencia artificial se solapan los gestos del personaje con los del actor sustituyendo por completo sus movimientos.
En el cine este efecto se está usando para jugar con el tiempo y representar cambios en la edad de los actores con un mayor realismo que el logrado con el maquillaje.
John Goodman ha sido uno de los últimos en probarlo en sus propias carnes en uno de los episodios de Los Gemstone de HBO. En el quinto episodio de la serie, se hace un flashback en el que se muestra a un rejuvenecido Dr. Eli Gemstone representado por el propio Goodman.
Para ello se utilizó la tecnología de Shapeshifter para sustituir la cara de John Goodman por la de una versión 40 años más joven de él mismo, de forma que se mantenían los gestos, la textura de la piel y la naturalidad en la expresión que probablemente tuvo el actor en aquellos años.
El hecho de poder mostrar a un actor en cualquier etapa de su vida sin que su trabajo de representación del papel se vea entorpecido por una gruesa capa de maquillaje aporta un extra de realismo a la producción logrando engañar a un espectador cada vez más acostumbrado a los efectos especiales.
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