10 mitos sobre la vida en el espacio que no te debes creer
La película Gravity, del mexicano Alfonso Cuarón, es uno de los filmes sobre el espacio mejor valorados por los críticos. Sin embargo, no gusta nada a los astronautas y científicos de la NASA, porque no los deja en muy buen lugar: todo lo que puede salir mal, sale mal. La clave nos la da Carley Burke, diseñadora de vuelo de la NASA: "cuando Sandra Bullock se quita el traje espacial, muestra una ropa interior muy sexy. ¿Dónde está el pañal?". En efecto, todos los astronautas llevan pañales. Gravity, como otras muchas películas, han generando mitos de la vida en el espacio, que no son ciertos.
La cruda realidad es que el espacio es un medio completamente hostil para el ser humano. Todo lo que hay ahí fuera puede matarnos. Y también lo que no hay. No hay oxígeno, no hay comida, no hay luz. Hay temperaturas extremas, hay radiación, hay unas distancias inabarcables para llegar a cualquier lugar. El espacio es muerte, no un lugar idílico para vivir.
Aún así, nos imaginamos paseando por la superficie de la luna entre casa prefabricadas, e incluso construyendo ciudades en Marte. ¿Es eso tan fácil como nos lo pintan? Vamos a ver 10 mitos sobre la vida en el espacio que no te debes creer.
La experiencia de 20 años en la Estación Espacial, y los viajes a la Luna, nos permite tener una referencia científica de lo que significa vivir en el espacio, más allá de la ciencia ficción.
El espacio te mata en unos minutos
El mito más popular sobre la vida en el espacio es que si te quitas el casco de astronauta, mueres en cuestión de minutos, al quedarte sin aire. Incluso te explota la cabeza.
Es un mito falso porque... la realidad es mucho peor. Para añadir dramatismo, en muchas películas hemos visto cómo los astronautas aguantan minutos sin aparente deterioro, hasta que son milagrosamente rescatados en el último segundo. Pero lo normal es que apenas aguantes menos de un minuto, porque el espacio es el vacío, y por tanto estás expuesto a varias amenazas mortales al mismo tiempo.
Tal como explica el astronauta Chris Hadfield en Wired, si estas mirando al Sol, ese lado de tu cuerpo se cocería a 250 grados centígrados. Tu sangre comenzaría a burbujear. En el lado contrario, donde no hay Sol, tu cuerpo se congelaría a 250 grados bajo cero.
Además los pulmones se colapsarían debido a que no hay presión del aire, y te quedarías sin aliento.
Te cocerias, congelarías y ahogarías, todo al mismo tiempo. En estas condiciones, es casi imposible aguantar vivo varios minutos. Como mucho, 60 segundos. Pero lo que nunca ocurriría es que explotases, como cuentan en algunas películas.
¿Se oyen los motores de las naves en el espacio?
El sonido espacial es uno de los mitos de la vida en el espacio que el cine y la televisión han contribuido a difundir.
En las películas espaciales estamos acostumbrados a oír el sonido de los motores de las naves, y los disparos láser en las batallas.
Enseguida nos vienen a la memoria sagas como Star Wars o Star Trek, pero ocurre en casi todas.
La realidad es que el sonido no se transmite en el espacio. Una explosión sí generaría ondas de sonido, pero esas ondas necesitan un medio (aire, agua) para trasmitirse, y hacer vibrar nuestros oídos. Puesto que en el espacio no hay aire, solo el vacío, el sonido no se transmite y no se oye ningún ruido.
El problema del cine es que no puedes dejar muda una escena con naves espaciales, aunque algunos directores lo han resuelto mejor que otros. Por ejemplo el gran Stanley Kubrick respetó el silencio del espacio, pero sustituyó el sonido de motores por música ambiental en esa obra maestra llamada 2001: Una Odisea del Espacio:
Una de las mejores escenas de la historia del cine...
En el futuro podremos viajar a la velocidad de la luz
De nuevo, el cine, la televisión, los comics y la literatura, se han infiltrado en el subconsciente colectivo para hacernos creer que en el futuro podremos viajar a la velocidad de la luz, e incluso más allá.
En la ciencia-ficción se llama warp speed, saltar al hiperespacio, velocidad de curvatura, y otras muchas denominaciones, pero es solo eso, ciencia-ficción.
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Como más rápido viajas, más energía se necesita para alcanzar esa velocidad. Para viajar a la velocidad de la luz, 300.000 kilómetros por segundo, se necesita una cantidad de energía tan desmesurada, que a día de hoy no sabemos ni podemos generar. Los científicos no tienen ni idea de como conseguirlo, por eso el mito de que la NASA está trabajando en un motor Warp, no tiene fundamento.
Si viajas a la velocidad de la luz, no envejeces
Algunas teorías, que se han ido deteriorando por el boca a oreja, afirman que si consiguiéramos viajar a la velocidad de la luz, no envejeceríamos. Podríamos vivir miles de años sin fallecer, aunque sí lo harían nuestros familiares y amigos de la Tierra.
La idea proviene de la Teoría de la Relatividad de Einstein, pero no es cierta.
Lo que dice la Teoría de la Relatividad, es que el envecimiento a la velocidad de la luz sería diferente en relación a la gente de la Tierra, pero se seguiría produciendo.
Para recorrer grandes distancias, hay que crionizarse
En muchas películas espaciales hemos visto cómo los protagonistas, cuando tienen que viajar grandes distancias son crionizados (congelados rápidamente a temperaturas muy bajas), para supuestamente preservar su cuerpo durante años, y ser despertados 50 años en el futuro, tras recorrer millones de años luz.
Es un mito de la vida en el espacio muy conocido. Pero no es más que un recurso narrativo para justificar que los astronautas puedan viajar a otras galaxias, de una forma más o menos realista.
Como concepto es interesante, pero científicamente no tiene ninguna base. La ciencia actual no puede crionizar a nadie sin matarlo. La crionización convierte la sangre y el agua del cuerpo en cristales, expandiéndose. Teniendo en cuenta que entre el 65 y el 80% del cuerpo humano es agua, y que el 65% de ese agua está en el interior de las células, al convertirla en cristal y expandirse, el cuerpo quedaría destruido.
Aunque tiene poca base científica, ya existen más de 500 personas criopreservadas en el mundo, e incluso hay un centro de crionización en España....
Si vives mucho tiempo en el espacio, te vuelves más alto
¿Es cierto que los astronautas de la Estación Espacial Internacional ganan estatura, y se vuelven más altos? Pues lo cierto es que sí.. y no.
Lo que realmente ocurre es que en el espacio el esqueleto se expande, debido a la falta de gravedad. En la Tierra, la gravedad nos empuja con fuerza hacia abajo. Eso podría hacer que las articulaciones de los huesos se dañasen unas a otras. Por eso entre cada vértebra, e incluso entre cada dos huesos que se articulan unos con otros, como las rodillas y los codos, hay un cartílago blando que actúa como amortiguador, para soportar el peso y los golpes.
En el espacio, al no existir gravedad, los huesos que están encima no presionan a los de abajo. Los cartílagos se estiran, y eso hace que los astronautas crezcan unos centímetros cuando están unas semanas en el espacio. De hecho los trajes de astronauta se diseñan con unos centímetros de más por esta razón.
Pero este crecimiento no es permanente. Cuando vuelven a la Tierra la gravedad vuelven a tirar de los huesos, los cartílagos se encogen por el peso, y se recupera la estatura anterior.
Si tu nave entra en un campo de asteroides, estás muerto
En el espacio las naves y los objetos viajan a gran velocidad, porque el vacío no ofrece resistencia, y no hay nada que las frene. Por eso una simple piedrecita de unos milímetros de grosor puede dañar una nave espacial, si viaja a miles de kilómetros por hora. Es lo que ocurrió con el agujero de la Soyuz, hace unos meses.
Si una simple partícula puede causar problemas, un campo de asteroides tiene que ser terrorífico... Así nos lo han mostrado en innumerables películas:
Es un mito del espacio muy popular, pero la realidad es distinta. Todos los campos de asteorides que se conocen (en el Sistema Solar hay uno bastante grande, entre Marte y Júpiter), efectivamente, reúnen numerosas rocas en un espacio pequeño. Este es el Cinturón de Asteroides del Sistema Solar:
Pero las distancias en el espacio son tan inmensas, que los asteroides, aunque nos parezcan que están muy juntos, en realidad están separados por miles, docenas de miles de kilómetros. Así que una nave puede sortear el Cinturón de Asteroides fácilmente, como ya han hecho varias sondas terrestres que han viajado más allá de Marte.
El Sol es una bola de fuego, y es amarillo
Creemos que lo sabemos todo sobre el Sol... ¡es la estrella que nos da la vida! Pero lo cierto es que no podemos fiarnos ni de nuestros propios ojos...
El Sol brilla, nos da calor, y expulsa llamaradas solares, así que tendemos a verlo como una bola de fuego. Pero el Sol no arde. En su interior no hay ningún tipo de combustión. Lo que si hay son reacciones termonucleares que son las que iluminan y calientan nuestro planeta.
Otro mito que parece refrendado por nuestros ojos es que el Sol es amarillo. Pero no es así. Ni naranja, ni blanco, ni nada similar. ¿De qué color es el Sol?
El Sol emite luz, compuesta de fotones que transportan los diferentes colores. Por eso vemos un arco iris cuando la luz atraviesa el agua de la atmósfera o los cristales de una ventana. Técnicamente, la luz solar tiene más fotones de color azul claro / verdoso, así que ese podría ser su color original. Pero entonces, ¿Por qué el Sol no es verde o azul?
En el espacio la luz se mueve sin resistencia, así que los fotones llegan a los ojos todos a la vez, y por eso los astronautas ven el Sol de color blanco. Sin embargo en la Tierra la luz tiene que atravesar las moléculas de aire de la atmósfera, causando una pequeña dispersión en la longitud de onda de la luz, que afecta más a los fotones más energéticos, los azules, retrasándolos. El resultado es que los fotones amarillos, verdes y rojos llegan antes a nuestros ojos, y su mezcla hace que veamos el Sol de color amarillo / naranja.
Por esa misma razón, vemos el cielo de color azul.
Desde la Tierra, se ven millones de estrellas
¿Cuántas estrellas se pueden ver desde la Tierra? Muchas personas están convencidas de que en el firmamento se pueden contar millones de estrellas. Y es cierto. Al menos hay un cuatrillón (un 1 con 24 ceros). Pero desde la Tierra, a simple vista, no podemos ver millones de ellas.
En cada Hemisferio se pueden ver un máximo de 3.000 estrellas. Si estas en el Ecuador, desde una posición privilegiada, se podrían observar más de 5.000 estrellas.
Pero debido a la contaminación lumínica, lo normal es que no veamos más de unos pocos cientos.
Los astronautas flotan en el espacio porque no hay gravedad
Otro de los mitos sobre la vida en el espacio más populares, es que fuera de los planetas no hay gravedad, y por eso los astronautas flotan en la Estación Espacial Internacional.
Una vez más, no es cierto. Todos los objetos del espacio son atraídos, en mayor o mayor medida, por los que tiene alrededor. Nosotros somos atraídos por la Tierra, pero también por la Luna. A su vez la Luna es atraída por la Tierra, y ésta por Sol. La gravedad es la fuerza que determina las órbitas de los planetas.
Cuando salimos al espacio seguimos afectados por la gravedad, pero ésta depende del tamaño del objeto que nos atrae, de la distancia, y de nuestro peso. Si nos alejamos mucho de la Tierra y de cualquier otro astro celeste, entonces la gravedad será casi inexistente, y flotaremos en el espacio. Pero seguirá existiendo, y seremos atraídos por el cuerpo celeste más cercano.
Quizá te sorprenda saber que en la Estación Espacial Internacional, como está muy cerca de la Tierra, la gravedad es el 90% que en Tierra. Entonces, ¿por qué los astronautas flotan? Porque en realidad están cayendo hacia la Tierra a 28.000 Km/h. Pero lo hacen en una curvatura que permite a la estación girar alrededor de la Tierra.
Puesto que tanto los astronautas como la estación caen a gran velocidad, se produce la sensación de que están flotando.
Hemos visto 10 mitos sobre la vida en el espacio que no te debes creer.
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