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La nueva técnica que permitirá al coche de hidrógeno competir con el eléctrico

Coche eléctrico en la estación de carga

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Gracias a un proceso basado en nanotecnología se ha conseguido separar el hidrógeno del amoniaco líquido, reduciendo el tiempo en transporte y también los costes.

Todos conocemos las desventajas del coche eléctrico frente al de hidrógeno, pero aun así el coche eléctrico se erigirá como el vencedor en todas nuestras carreteras en los próximos años.

Pero las cosas podrían cambiar porque investigadores han descubierto la solución para que el coche de hidrógeno acabe triunfando y es una nueva tecnología basada en la nanotecnología.

A pesar de la mejor autonomía del hidrógeno y lo sostenible que es, tiene algunos problemas derivados como su transporte y porque el coche eléctrico tiene acceso a cualquier red eléctrica de una forma asombrosa.

Según comentan nuestros compañeros de autobild, un grupo de científicos de la Universidad de Rice en Texas, han creado un nuevo método de extracción del hidrógeno mediante nanotecnología para combinar hierro, cobre y luz LED.

Gracias a esta técnica se podrá separar hidrógeno del amoníaco líquido, un proceso que hasta ahora resultaba muy caro y requería mucha energía, pero este método lo convierte en más barato y simplifica los problemas que genera el transporte del hidrógeno.

Este estudio, publicado en la revista Science, ha contado con la colaboración de la Universidad de Princeton.

Así se ha conseguido llegar a esta nueva tecnología

El problema del hidrógeno hasta ahora era su precio, dado que sigue siendo caro de producir, transportar y almacenar. Encima separar el hidrógeno del amoníaco requiere temperaturas que pueden superar los 400°C, por lo que es un proceso largo, caro y complicado.

Por suerte, este equipo de investigadores, se ha amparado en la nanotecnología para emplear elementos más baratos como catalizadores como el cobre y el hierro. 

Así que empezaron a trabajar en transformar el proceso de división habitual para convertir el amoníaco en un portador de hidrógeno. 

Lo consiguieron apuntando luz LED a algunas nanoestructuras de metal que cuentan con una sola longitud de onda de luz, permitiéndoles manipular estas ondas para excitar los electrones de las nanopartículas y así dividir el amoníaco. 

Este proceso se conoce como plasmónica y requiere metales como el cobre, la plata o el oro, así que decidieron añadir hierro al cobre para crear estas nanoestructuras. 

Cabe aclarar que estas estructuras de cobre se comportan como antenas para así manipular la luz LED y excitar a los electrones en energías más altas, mientras que los átomos de hierro incrustados en el cobre, actúan como catalizadores y así acelerar la reacción. 

El equipo piensa que en un futuro serán capaces de extraer de forma consistente el hidrógeno del amoniaco, utilizando solo la luz de los LED de bajo consumo y encima a temperaturas ambiente sin ningún tipo de calentador extra. 

Este método es escalable y ahora están trabajando en encontrar nuevos catalizadores que aumenten la eficacia del proceso y reduzcan el coste más.

Con esto se podría apostar más por los coches de hidrógeno en el futuro, y así ganar en eficiencia y autonomía.

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