10 años del aterrizaje de Curiosity en Marte, todo lo que hemos aprendido desde entonces del planeta rojo

El rover Curiosity de la NASA llevó a cabo con éxito un aterrizaje muy complicado en Marte el 6 de agosto de 2012, transmitiendo imágenes a la Tierra después de viajar cientos de millones de kilómetros por el espacio para explorar el planeta rojo.

"Es un logro impresionante. La ingeniería fue impecable", dijo Scott Hubbard, que fue el primer director del programa de Marte en la sede de la NASA.

El Curiosity, que costó 2.600 millones de dólares, hizo su dramática llegada al terreno marciano en un espectáculo conocido popularmente como los "siete minutos de terror". Este asombroso proceso de aterrizaje, en el que intervino una grúa y el paracaídas supersónico más grande del mundo, permitió a la nave que transportaba al rover dirigirse a la zona de aterrizaje.

En su primer día de estancia en el Planeta Rojo, este tuvo la importante tarea de elevar su antena de alta ganancia, lo que le permitió comunicarse directamente con la Tierra a velocidades de datos más altas.

Durante su década de exploración, Curiosity ha viajado desde el cráter Gale hasta el monte Aeolis (coloquialmente llamado Monte Sharp). Desde entonces, ha encontrado numerosas pruebas de la existencia de agua y cambios geológicos en el pasado, así como cambios en el clima. 

Objetivos principales del Curiosity y hallazgos

Destacar que este forma parte de la misión Mars Science Laboratory de la NASA, cuyo objetivo principal es el de encontrar vida en Marte. Sin embargo, esto es demasiado general. 

Según la Nasa, Curiosity tiene cuatro objetivos científicos. Estos están estrechamente relacionados entre sí. 

• Determinar si alguna vez hubo vida en Marte.
• Caracterizar el clima de Marte.
• Caracterizar la geología de Marte.
• Preparar la exploración humana.

Por ejemplo, en diciembre de 2013, la NASA determinó que los niveles de radiación medidos por Curiosity eran manejables para una misión tripulada a Marte en el futuro y a principios de 2018, envió imágenes de cristales que podrían haberse formado a partir de antiguos lagos en Marte. 

También encontró restos de moléculas orgánicas conservadas en capas de roca de 3.500 millones de años de antigüedad y que la cantidad de metano en la atmósfera marciana varía con las estaciones. 

Durante el último año de su recorrido, Curiosity ha observado que la arcilla rica en agua da paso a una zona de transición llena de sulfato salino. Los científicos creen actualmente que estos rasgos marcan el lugar donde se secaron los arroyos y se formaron las dunas de arena típicas de Marte. Esto quiere decir que el cambio climático también ha afectado a sus tierras.

Sin ir más lejos, en este mismo año, el rover nos ha deleitado con algunas imágenes como una puerta perfectamente tallada en el paisaje marciano, un acantilado con forma de cara o dos delicadas formaciones que desafían la gravedad y que se elevan desde la superficie de Marte.

Fallos que ha experimentado el Curiosity en estos 10 años

Todo no siempre ha sido positivo para este rover y hemos estado a minutos de perderlo para siempre. Este, seis meses tras su aterrizaje tuvo un peligroso fallo informático que puso al rover a solo una hora de perder el contacto con la Tierra para siempre, según reveló la NASA en 2017. 

Otro pequeño fallo en 2016 detuvo brevemente el trabajo científico, pero el rover reanudó rápidamente su misión. En los meses posteriores al aterrizaje, la NASA notó que los daños en las ruedas del rover aparecían mucho más rápido de lo esperado. Esa es la sorpresa que nos llevamos a finales del año pasado.

Aun así, se afirma que es poco probable que los daños generen un problema irreversible, ya que señalaron que las pruebas en tierra muestran que, en el peor de los casos, el rover puede conducir con las llantas de sus ruedas si es necesario.

El nuevo rover: Perseverance

El 30 de julio de 2020, la NASA lanzó a la superficie marciana su nuevo rover, que aterrizó sin mayor problema el 18 de febrero de 2021. 

Para la NASA, la llegada de uno nuevo a Marte fue una nueva oportunidad para afianzar su posición de liderazgo frente a otras potencias que se han sumado con fuerza a la carrera espacial.

En el vídeo que os mostramos a continuación, Tyler Del Sesto, conductor del rover y planificador de rutas estratégicas en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, explica cómo el Perseverance utiliza su inteligencia de autoconducción para moverse con seguridad por la superficie marciana.

Una de las grandes ventajas con respecto a los anteriores vehículos de la NASA, como el Curiosity, es que este es capaz de procesar y analizar las imágenes capturadas mientras conduce, lo que le permite completar los viajes más rápidamente que su predecesor. La NASA define al sistema de Perseverance como un vehículo con capacidad de pensar mientras se conduce.

Para las rutas o maniobras de conducción más complejas, el equipo se pondrá unas gafas 3D y examinará el terreno cercano más a fondo mientras el rover avanza.