Apple posee el mayor centro de datos de Estados Unidos que funciona con energía renovable, donde una gran parte de la electricidad generada es través de paneles solares y pilas de combustible, proporcionada por la start-up Bloom Energy. Según ha afirmado el jefe de finanzas de la compañía, Peter Oppenheimer a la agencia Reuters el 75% de la energía consumida por Apple se origina utilizando tecnologías con un daño mínimo al medio ambiente, entre ellas la eólica, hidroeléctrica, geotermal y la solar. En concreto, el centro de datos, situado en Maiden, Carolina del Norte, produce 167 millones de kilovatios, la energía equivalente a la que consumen 17.600 hogares en un año. Esto la sitúa como las mayores instalaciones no públicas de generación de energía de su tipo en Estados Unidos.

"Cambiamos a estas nuevas fuentes de energía en diciembre", explicó Oppenheimer. "Y estamos comprometidos a generar un 60 % de la electricidad que el centro de datos usará al usar energía in situ. Ahora estamos logrando esa meta", agregó.

Apple se ha esforzado de una manera impresionante en alcanzar estas cifras, ya que hace tan sólo dos años, era el 40% de la energía consumida provenía de energías renovables. Pero su idea es seguir creciendo, hasta conseguir el 100% de energía renovable, algo que esperamos que muchas otras multinacionales tomen ejemplo.

Aún así, Apple no se ha librado de las quejas y de las críticas. En alguna ocasión no ha respetado el medio ambiente como debería. Un caso llamativo fue el verano pasado cuando la empresa perdió el certificado verde EPEAT. La multinacional recapacitó y a las pocas semanas la volvió a recuperar. El pegamento utilizado en sus MacBooks: MacBook Pro, MacBook Air y MacBook Pro con Retina Display para sujetar las celdas de las baterías a la carcasa de aluminio obliga a retirar bruscamente cada una de las celdas, expulsando productos químicos altamente tóxicos de su interior.