Amaneceres virtuales en Beijing debido a la contaminación

De todos es sabido los graves problemas de contaminación que afecta a la mayoría de las principales ciudades chinas, donde la protección del medio ambiente ha sido siempre sacrificado en aras del desarrollo económico.
Durante las últimas semanas los niveles de contaminación se han disparado, tanto que muchos habitantes de Beijing –equipados con sus correspondientes mascarillas– han comenzado a acudir a pantallas gigantes –como las de la plaza de Tiananmen–, para contemplar los amaneceres virtuales que en ellas se proyectan, ante la incapacidad de disfrutar de este espectáculo de forma natural debido a la gruesa capa de contaminación.
El pasado jueves los habitantes de Beijing se vieron envueltos en una espesa bruma gris que obligó a las autoridades a emitir una advertencia a través de los monitores repartidos por toda la ciudad que aconsejaba a niños y ancianos a permanecer en sus casa hasta que la calidad de el aire mejorara. La bruma era tan espesa que la visibilidad se reducida a tan sólo unos metros.
En invierno la calidad del aire, debido entre otros factores a la quema de carbón para calefacción, empeora de forma considerable, aunque nunca de una forma tan exagerada como en los últimos días, donde se han llegado a alcanzar niveles de contaminación de 500 microgramos por metro cúbico. Lo que supone 26 veces más de los 25 microgramos considerados seguros por la Organización Mundial de la Salud.
En los últimos años, China ha emprendido una estricta política anticontaminación, que no ha impedido que en ciudades como Harbin –con más de 10 millones de habitantes– se hayan llegado a medir hasta 1.000 microgramos por metro cúbico (40 veces más de lo permitido) el pasado mes de octubre. La situación es tan grave, que en ciudades como Beijing se promedian anualmente unos 56 días de contaminación extrema al año.
Fuente: Dailymail.co.uk
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