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Comer mucha grasa podría convertir en obesos a tus futuros hijos

Tu dieta podría hacer más obesos a tus futuros hijos

Que la alimentación y los hábitos de las embarazadas afectan al desarrollo del niño en el futuro es algo que ya sabíamos. Que su alimentación una vez nacido le puede afectar a largo plazo, también. Lo que no habíamos comprobado hasta ahora era que la dieta de los padres podría afectar a sus futuros hijos.

Es la conclusión a la que han llegado los investigadores del Centro Alemán para la Investigación de la Salud Medioambiental. Tras un estudio con ratones en laboratorio han comprobado que la alimentación de los padres influye y mucho en la salud de sus vástagos.

El experimento ha consistido en alimentar a tres grupos de ratones con tres dietas distintas: rica en grasas, baja en grasas y pienso estándar. Posteriormente comprobaron los inmediatos efectos en su salud, como la diabetes Tipo B o la obesidad desarrollada por los ratones que comieron más grasa de la cuenta.

Por último, inseminaron a varias hembras con espermatozoides procedentes de los ratones sometidos a dieta. Los hijos resultado del embarazo demostraron distintas reacciones ante la alimentación proporcionada con fines experimentales

Los ratones hijos de padres obesos mostraron tendencia a engordar, mientras que los hijos de roedores saludables ganaron menos peso que el resto incluso cuando se les alimentó con una dieta ultracalórica rica en grasas.

Otro efecto comprobado es la diferencia entre descendientes varones y hembras. En el primer caso se desarrolló una mayor intolerancia a la glucosa, un desorden conocido como prediabetes, mientras que en el segundo se observó una mayor ganancia de peso.

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“Desde el punto de vista de la investigación, la importancia de este estudio reside en que demuestra por primera vez que un desorden metabólico adquirido puede ser heredadoepigenéticamente por los descendientes a través de los oocitos y el esperma” dijo Johannes Beckers, uno de los investigadores implicados.

Pese a las novedosas e interesantes conclusiones alcanzadas, no hay que dejarse llevar por la euforia. El experimento sólo ha sido conducido en ratones, por lo que hay que ser prudentes a la horas de extrapolar los resultados a humanos de forma definitiva.

Quizás la obesidad sea hereditaria. En cualquier caso, la importancia de seguir unos hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada están fuera de toda duda.

[Fuentes: Nature y ScienceAlert]

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