Cómo actuar ante una retención repentina en carretera según la DGT, no hay que activar los warnings

Nos encontramos en pleno verano, durante lo que queda de agosto y septiembre es probable que acabes en una retención de manera completamente involuntaria. En estos casos la forma de actuar es bastante concreta y, aunque normalmente, se utilicen los warnings lo cierto es que esto es un error reconocido por la Dirección General de Tráfico.

¿Cuál es la manera correcta de actuar? A nivel general y en caso de encontrarse en una retención lo que hay que hacer como conductor es avisar a los que se aproximan por detrás empleando de forma reiterada las luces de frenado, aunque también se puede utilizar el brazo para realizar movimientos con dirección hacia abajo y luego con dirección hacia arriba.

Las situaciones en las que se puede hacer una u otra acción dependen bastante, siendo no recomendable sacar el brazo cuando la retención sea en una vía rápida o en una autopista ya que es más probable que ocurra cualquier tipo de percance. Pulsar repetidamente los frenos siempre es la mejor acción para avisar al resto de vehículos.

Teniendo en cuenta todo esto, ¿cuándo es recomendable utilizar los warnings de los vehículos? Pese a que muchos conductores interpretan a este botón como la activación de una baliza de emergencia, lo cierto es que su uso no es así. De hecho, activar los warnings cuando el vehículo está en doble fila es un mal uso.

La DGT aclara que los warnings han de utilizarse en situaciones de excepcionalidad, siendo empleados en momentos en los cuales se incumplen casuísticas de la vía como, por ejemplo, que el vehículo sea incapaz de alcanzar la velocidad mínima recomendada o cuando el vehículo se ve obligado a realizar un servicio de urgencia.

Vamos, los warnings no se pueden activar a la ligera y mucho menos para momentos puntuales durante las vías como son el estacionamiento provisional o el abandono del vehículo durante algunos minutos. Aunque pueda parecer que una retención es una situación excepcional, no lo es a ojos de la DGT.

Las retenciones ocurren día sí y día también en todas las vías que recorren España, siendo sucesos de lo más común y, por lo tanto, en el caso de encontrarse en una de ellas la forma de actuar es la que hemos visto en las primeras líneas: pulsando repetidamente el freno para informar al resto de vehículos o mediante el uso de señales con el brazo.