Tras décadas intentándolo, EE.UU. da el mayor paso de su historia para acabar con el tabaco
Es la gran droga legal que tenemos en la sociedad junto al alcohol. Recauda miles de millones de euros en impuestos a la vez que consume recursos públicos en forma de sanidad, derivados de todos los problemas de salud que genera. En Estados Unidos quieren acabar con su ingrediente principal.
El gobierno de Joe Biden está trabajando en un plan para obligar a la eliminación de casi toda la nicotina en los cigarrillos, lo que pondría en jaque a la industria de los cigarrillos en Estados Unidos, valorada en 95.000 millones de dólares. El objetivo: ayudar a millones de personas a dejar de fumar.
El plan, presentado el martes como parte de la agenda de acciones reguladoras de la administración, probablemente no entraría en vigor hasta dentro de varios años. Así, Joe Biden pone en su agenda otro gran lobby.
La Administración de Alimentos y Medicamentos tiene previsto publicar una propuesta de norma en mayo de 2023, aunque la agencia advirtió que esa fecha podría cambiar. Entonces, la agencia invitaría a los comentarios del público antes de publicar una norma definitiva.
Reuters
Las compañías tabacaleras podrían entonces demandar, lo que podría retrasar aún más la aplicación de la política. "La nicotina es poderosamente adictiva", dijo el martes el comisario de la FDA, Robert Califf, en un comunicado.
"Reducir los niveles de nicotina a niveles mínimamente adictivos o no adictivos disminuiría la probabilidad de que las futuras generaciones de jóvenes se vuelvan adictos a los cigarrillos y ayudaría a dejar a más fumadores actualmente adictos", explicó según el The Wall Street Journal.
La medida sería el mayor paso del gobierno estadounidense para frenar el tabaquismo desde el histórico acuerdo legal de 1998, en el que las tabacaleras acordaron pagar más de 200.000 millones de dólares para ayudar a los estados a pagar la asistencia sanitaria.
Como parte del acuerdo, las empresas también aceptaron varias restricciones de comercialización, incluida la prohibición de las muestras gratuitas de productos y la publicidad en vallas publicitarias.
La tasa de tabaquismo lleva décadas disminuyendo en Estados Unidos, aunque aumentó ligeramente en 2020, cuando se produjo la pandemia. Alrededor del 12,5% de los adultos en EE. UU. (31 millones de personas) eran fumadores de cigarrillos en 2020.
La política se aplicaría a todos los cigarrillos vendidos en EE. UU. Y se prohibirían las importaciones de cigarrillos tradicionales, ya que las tabacaleras multinacionales podrían seguir vendiendo cigarrillos con toda la nicotina en otros países.
El Ministerio de Sanidad de Nueva Zelanda también ha propuesto reducir la nicotina de los cigarrillos a niveles muy bajos como parte de un plan más amplio para frenar el tabaquismo.
La norma prevista por la FDA podría reducir drásticamente las ventas de cigarrillos en EE.UU., y las empresas tabaqueras tienen la intención de luchar contra ella. Parece que será una batalla lenta y dura, pero la salud de todos está en juego.
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