James Cameron carga contra los que critican la duración de Avatar 2: 'luego se pasan 8 horas viendo la tele'

Es indudable que Avatar 2, cuyo título oficial en España es Avatar: El Sentido del Agua, es una de las películas más esperadas de los últimos años. Su predecesora es la película más taquillera de la historia, aunque Avengers: Endgame le pisa los talones.

Avatar 2 lleva diez años en desarrollo, porque según su creador y director, James Cameron, la tecnología no estaba preparada para su visión de la película. La ha comparado con la saga de El Señor de los Anillos, por su épica y complejidad técnica.

Pero la espera llega a su fin, porque Avatar: El Sentido del Agua se estrenará el 16 de diciembre en cines. Y la película será larga, aunque tampoco es una exageración: durará alrededor de las 3 horas. Precisamente, como las películas de El Señor de los Anillos, y otras. Aquí puedes ver el tráiler:

A James Cameron le gustan las películas largas. En los últimos 30 años prácticamente todos sus filmes han durado más de dos horas. Así que no acepta que se critique su cine por la duración.

En una entrevista en Empire, el creador de megaéxitos que han arrasado en taquilla, como Titanic o Terminator, no se corta a la hora de ridiculizar a los troles: "No quiero que nadie se queje de la duración cuando luego se sientan a ver la tele durante ocho horas", avisa.

 "He visto a mis hijos sentarse y hacer cinco episodios de una hora seguidos. Este es el gran cambio de paradigma social que tiene que ocurrir: está bien levantarse e ir a mear".

No le falta razón al bueno de Cameron... con matices. Mucha gente se traga sesiones de 4 o 5 horas de televisión, cierto. La diferencia con el cine es que puedes parar la serie o película ir tranquílamente al servicio, y continuar donde lo habías parado.

Hoy en día no es viable salir a orinar en mitad de una película. Primero, porque es muy complicado salir si estás en mitad de la fila, y molestas a mucha gente. Y segundo, porque obviamente la película sigue y te la pierdes.

La solución podría ser fijar algunas sesiones para los espectadores de vejiga sensible, en donde se haga una pausa de 15 minutos a mitad de la película. En ocasiones se ha hecho, por ejemplo con las mencionadas películas de El Señor de los Anillos.

Al final, la calidad de la película tendrá mucho que decir: si es buena las tres horas se pasarán volando. Si aburre, puede hacerse eterna...