Hay algunas series que no dejan indiferente al espectador, o te seducen o no hay manera de verlas. Uno de los casos más conocidos en la actualidad es Emily en París, la comedia de Netflix que es tan comentada como vista y que Netflix ha renovado por dos temporadas más.

Las cifras mandan en Netflix más que la calidad y en el caso de la serie protagonizada por Lily Collins no hay duda de que estamos ante un éxito de audiencia. Las dos temporadas lanzadas por el momento han triunfado en cuanto al número de espectadores a pesar de que es una serie con tantos entusiastas como detractores.

Emily in Paris cuenta las aventuras de esta community manager en una prestigiosa agencia de publicidad de París. Sin hablar nada de francés y con mucha inocencia, se enfrenta al mundo laboral parisino, pero también a la cultura del país y los hábitos que encuentra, que contrastan con su visión.

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Hay que apuntar que los franceses no quedan muy bien parados en la primera temporada, aspecto que no gustó demasiado en el país vecino, y con Ucrania ha ocurrido algo similar en los últimos episodios.

Más allá de esto, la aparente superficialidad de Emily y otros personajes, así como lo irreal del argumento, es lo que provoca que sea una de las series más odiadas, lo que tal como decimos no tiene nada que ver con que sea vista. 

Netflix ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que habrá dos temporadas más de la serie. Alcanzará la cuarta temporada si no hay ninguna sorpresa y así veremos el modo en que crece el personaje y si se adapta a las costumbres del país, algo que ya va haciendo en la segunda temporada. 

Queda claro que su creador, Darren Star, sabe dar con el éxito en este tipo de series tras haber trabajado en Sensación de vivir, Melrose Place y Sexo en Nueva York. Y que en Neflix siguen funcionando las comedias.

Ahora la gran cuestión es saber cuántos de los que afirman odiar la serie seguirán viéndola al menos dos temporadas más, aunque sea como placer culpable.