El protagonista de The Flash es acusado de robo y otros delitos y Warner baraja tres opciones, incluyendo la cancelación de la película

Warner no tiene suerte con sus películas de superhéroes. Hace unos días anunció la cancelación de Batgirl, un filme que costó 70 millones de dólares. Y ahora podría tener que cancelar The Flash, aunque por circunstancias completamente diferentes.

The Flash es una de las grandes apuestas de Warner para los próximos meses, pero ha surgido un gran inconveniente: su protagonista, Ezra Miller tiene graves problemas de comportamiento.

Hace unos días ha sido acusado de entrar en una casa de Vermont para robar alcohol. El pasado mes de abril Miller fue detenido y fichado como sospechoso de agresión en segundo grado, y un mes antes, en marzo, Miller fue detenido por cargos de conducta desordenada y acoso tras un incidente en Hawái.

Esta conducta errática y repetitiva, que parece asociada a un excesivo consumo de alcohol, ha llevado a Warner a plantearse tres opciones diferentes con la película The Flash, según explica The Hollywood Reporter. 

La película ya está rodada y Ezra Miller aparece en casi todas las escenas, así que es imposible sustituirlo por otro actor.

La primera opción de Warner es que Ezra Miller busque ayuda profesional, ahora que está recluido con su familia en su granja de Vermont. Miller aparecería en una entrevista pidiendo perdón y explicando por qué se ha comportado así, se limitaría sus apariciones en la campaña de marketing, y la película se estrenaría normalmente.

La segunda opción es que Ezra Miller no acepte ayuda profesional ni pida disculpas, pero no cometa otro incidente grave antes del estreno. En este caso se le eliminaría de la campaña de marketing de la película, el filme se estrenaría según lo previsto, y Ezra Miller no volvería a interpretar a The Flash, siendo sustituido por otro actor en próximas películas.

La tercera alternativa, que Warner considera el peor escenario, es que el actor no acepte un tratamiento, y siga organizando escándalos. Si hay un juicio mediático, Warner se plantearía cancelar la película.

Es poco probable que ocurra, ya que tras la cancelación de Batgirl una segunda cancelación sería un desastre. Además los primeros visionados de la película con audiencias privadas, han sido muy positivos.

Una decisión difícil para Warner. Todo está ahora en manos de Ezra Miller.