Con 30 años de retraso, como suele se habitual en este país cuando hablamos de tecnología, parece que las autoridades políticas y económicas comienzan a reconocer la importancia del sector de los videojuegos en la economía y la generación de empleo. El Gobierno ha anunciado ayudas por valor de 70 millones de euros destinadas a la industria del software digital y los videojuegos.

En la década de los 90 del pasado siglo, considerada la Edad de Oro de los videojuegos españoles, existían docenas de compañías españolas que creaban videojuegos y vendían en toda Europa. Eran los tiempos de los ordenadores de 8 y 16 bits, como el ZX Spectrum, el Amstrad CPC o el Commodore Amiga. Es cierto que en aquella época los videojuegos eran más sencillos y baratos de crear, y la mayoría de las compañías estaba formadas por familiares o amigos. Pero existía un verdadero tejido industrial con empresas remarcables del renombre de Dinamic, Topo Soft, Opera Soft, Pyro Studios, ERBE, Dro Soft, etc, que incluía a productoras, compañías desarrolladoras y distribuidoras.

Los sucesivos gobiernos no fueron capaces de ver su potencial, y dejaron morir esta industria que por sus propios medios no consiguió dar el salto a las consolas y los juegos de PC. Hoy en día prácticamente ninguna de aquellas míticas compañías ha sobrevivido. Y con ello perdimos la oportunidad de crear una industria de los videojuegos como hoy tienen Francia, Reino Unido, Alemania, e incluso Polonia.

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Tres décadas después, el sector de los videojuegos en España vive una segunda Edad de Oro. De nuevo existen docenas de compañías que venden bien en todo el mundo, con éxitos remarcables como Gris (Devolver Digital), Moonlighter (Digital Sun) o RiME (Tequila Works), que han vendido cientos de miles de copias a nivel mundial, y han ganado premios internacionales.

Es una industria que genera dinero, numerosos puestos de trabajo entre los jóvenes, y es resistente a las pandemias y los confinamientos. Ya el anterior ministro de Cultura, José Guirao, aseguraba que los videojuegos eran "la industria cultural de mayor proyección" en España y que tenía "la misma importancia que el cine o la literatura", pero las ayudas al sector siempre han sido insignificantes.

El actual gobierno pretende corregir esta situación con el anuncio de una ayuda de 70 millones de euros a la industria digital y de los videojuegos.

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Según explica Business Insider, 20 millones se destinarán a fomentar el empleo juvenil en la industria digital española, ayuda a la que podrán optar las desarrolladoras de juegos.

Los 50 millones restantes irán destinados a mejorar la oferta tecnológica en contenidos digitales (15 millones) y al desarrollo tecnológico basado en inteligencia artificial y otras tecnologías habilitadoras (35 millones).

Una ayuda que aún está muy lejos de la que ofrecen los gobiernos de Reino Unido o Francia, pero sin duda es un buen comienzo para afianzar los cimientos de una industria que se puede convertir en uno de los motores económicos de la España del siglo XXI.