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Debate: ¿Compras comida en supermercados online?

Tomas Gonzalez

Debate: ¿Compras comida en supermercados online?

Cada vez más, las grandes cadenas de supermercados trasladan su oferta a Internet y la ponen a disposición de sus clientes de una forma rápida y cómoda para comprar online en el supermercado.

Al tiempo, muchos usuarios han descubierto en este método una estupenda manera de realizar la compra mensual en 20 minutos y recibirla en la puerta de casa horas después.

Parece que, sobre el papel, son todo ventajas, pero aún así hay división de opiniones respecto a la compra de alimentación en un supermercado online.

ivan muñoz

No de forma habitual, ni por temas de desconfianza ni nada por el estilo, simplemente pertenezco a ese rara especie a los que todavía nos gusta hacer la compra de forma tradicional. Hacer la compra online me parece frío e impersonal, y tengo la sensación de que al final siempre terminas comprando lo mismo por miedo a que ese nuevo producto no sea como esperas.

Prefiero mirar, comparar, y conocer por mi mismo el estado de los artículos que estoy comprando. En definitiva, hacerme responsable de mi compra y no depender de un desconocido al que seguramente no le importe lo más mínimo la fecha de caducidad de mis yogures.

Susana Herreros

Depende del tipo de alimento. Todo lo que esté enlatado, sí sin problemas. Las latas de sardinas o las de la fabada que te sacan de más de un apuro cuando vas con prisas, sin problemas. Sin embargo, a la hora de comprar producto fresco, la cosa, para mi,  es diferente.

Me gusta ir al mercado, hablar con los comerciantes que llevan años allí y que te conocen desde hace mucho tiempo, dejarme asesorar sobre el mejor corte de carne o esas sardinitas que están diciendo "cómeme".  Siempre he vivido en un barrio y supongo que forma parte de mi cultura.

Estoy de acuerdo en que hacer compra de estos productos por Internet ahorra tiempo, un bien realmente preciado en nuestros días. Pero para mi, elegir lo mejor, dar una vuelta por las tiendas del barrio y ver en "vivo y en directo" lo que voy a cocinar, no es una pérdida de tiempo, sino algo de lo que disfruto. 

Carlos Gombau

He de reconocer que, aunque hace ya unos cuantos años que la mayor parte de los productos que adquiero los compro por Internet, en cuanto a alimentación se refiere me costó un poco dar el paso.

Y no tanto por no fiarme de la correcta manipulación o la preservación de la cadena de frío hasta que el pedido llega a casa, sino porque, al final, la compra directa en el lineal del supermercado es mucho más visual y la oferta más completa. Sobre todo en productos perecederos como frutas, verduras, carnes, pescados...

Ahora bien, la apuesta online de las grandes cadenas es clara, con buenos precios y presentaciones visualmente muy cuidadas. Y lo mejor de todo, solo compras aquello que necesitas, no hay que empujar el carrito ni tampoco hacer interminables colas para pagar. Por no hablar de la compra directa a productores o distribuidores, que reduce o elimina los intermediarios y, por tanto, se hace a precios mucho más económicos que los de pequeños comercios o grandes superficies. 

Fuencisla Mira

Para mi, la gran ventaja de las compras online (ya sean en supermercados o en cualquier otro tipo de establecimiento) es que se agiliza la compra, se pueden comparar precios con facilidad y se evitan los desplazamientos lo cual, en muchos casos, sobre todo cuando la compra es grande, supone una gran ventaja.

Sin embargo, en el caso de los productos de alimentación, muchos usuarios prefieren el contacto real con el producto, poder verlo allí y compararlo en ese mismo momento con otros productos similares. En cualquier caso, lo que creo que es fundamental en las compras online es llevarlas a cabo en establecimientos de confianza, que nos ofrezcan la suficiente garantía.

Noelia Hernández

Rotundamente sí, y además he probado varios supermercados online, incluso cuando salgo de vacaciones varios días, así que puedo hablar con conocimiento de causa cuando digo que, para mí, el aspecto y funcionalidad de estas webs es lo más importante a la hora de decidirme por una u otra. 

Que aparezca la imagen del producto es esencial a la hora de realizar la compra online. Hay algunos de estos supermercados que simplemente ofrecen una descripción de los artículos, así que a veces resulta bastante complicado saber si es ese producto el que compras habitualmente, sobre todo cuando se trata de marcas que tienen una oferta variada.

"Ver" lo que estás comprando como si estuvieras realmente en el supermercado ayuda mucho a llenar el carrito de la compra, ya que uno de los motivos por los que uso este tipo de servicios es ahorrar tiempo. Por no hablar de que te evitas el engorroso trabajo de cargar con el peso de las bolsas y llevarlas, primero, hasta el coche, y después subirlas a casa. Sería perfecto si, además, también colocaran todo lo que he comprado en su armario correspondiente.

¿Tienes un seguro para tus dispositivos?

No. Estoy en contra de comprar en supermercados online. Prefiero bajar con mi carro de la compra al "Súper del Barrio". Esa sensación tangible de ver y tocar el producto en primera persona antes de llegar a la caja no me la da un supermercado online.

La tecnología, de momento, no ha conseguido que pueda tocar un melón y saber por el tacto si viene bueno o si, por el contrario, va a estar "soso". La relación con el frutero, el pescadero o el carnicero se pierde en Internet, así como sus consejos e impresiones acerca de lo que sale mejor o peor. 

Es cierto que un supermercado online es cómodo si lo que quieres es no moverte de casa, pero eso puede acarrear un riesgo y es el de comprar alimentos frescos carentes de calidad. Por eso y bajo mi humilde opinión, el hecho de bajar a comprar, aunque sea en alpargatas y pantalón corto, hace ganar en seguridad de que lo que se compra es realmente lo que uno quiere y no lo que alguien mete en un carro por ti.

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No, siempre he tenido la infundada sensación de que si los supermercados tienen algún producto a punto de caducar, ese es el que va al carro de los internautas. El hecho de que no pueda elegir el producto envasado, manufacturado y salpimentado de colorantes y químicos de una forma natural me exaspera.

Aunque es verdad que la forma "anti natural” es mucho más cómoda y eficaz... 

La compra online, es el paso evolutivo necesario antes las largas colas de los sábados, los carros enormes teledirigidos (por alguna inteligencia superior) del supermercado y en general la confusión que genera que, después de llevar más de dos horas de tu vida en semejante caos, se te hayan olvidado comprar unas 250 cosas imprescindibles.

Primero se cazaban mamuts, luego la plaza del pueblo que hacía de mercado, después los super/hiper mercados de sábados complicados... Ahora le llega el turno a la compra online, sí, de acuerdo, pero aún así no me acabo de fiar...

Tomás González

Me encuentro en una encrucijada mental y emocional. Por un lado, hacer la compra online para un tipo como yo, que ha vivido en cierta etapa oscura de su vida en un cuarto piso sin ascensor, es un invento maravilloso, tal vez a la altura del mismísimo Frigopié. 

Pero por otra parte, más de una vez he metido la pata escogiendo un producto de marca blanca. Cuando el pack de seis yogures REALEZA tiene en el formulario hasta siete acepciones con mínimas variaciones de color, sabor, textura y otros criterios de clasificación, hay que andar muy vivo para no meter en la nevera un producto que luego tus hijos, desde el más profundo cariño y respeto, te tirarán a la cara entre muecas.

Con todo, yo hago la compra online, sí. Procuro tener bien clara la división entre alimentos identificables y no identificables (aprovecho la experiencia que me ha dado aplicar la misma división para las comidas de mi suegra) y dejo un espacio para la sorpresa. Y, claro, me alejo un par de metros de mis hijos cuando destapan el yogur. Por si acaso. 

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