Zubi Flyer, un frisbee electrónico para aprender a programar
Los juguetes, robots y diversos dispositivos para que los niños aprendan a programar son cada vez más populares, y ya os hemos hablado de las ventajas y beneficios de muchos de ellos.
Hoy hemos descubierto Zubi Flyer, una nueva alternativa para enseñar programación a nuestros hijos. En esta ocasión, se trata de un frisbee electrónico, un disco volador que cuenta con juegos y opciones de configuración personalizables para que los peques aprendan a hacer ajustes en el código.
El dispositivo se compone de un platillo de plástico que tiene una placa con un procesador Arduino que se fija en el interior con tres tornillos. Además, es posible introducir pulsadores y luces, y cuenta con altavoces para poder programar actividades diferentes con luz y sonido.
Conectado el Zubi Flyer al ordenador, los niños podrán aprender a codificar las luces, los ruidos y los juegos, e incluso modificar el software del frisbee en su totalidad. La programación se lleva a cabo de una forma muy sencilla y lúdica. El software es Open Source y los usuarios tienen la posibilidad de acceder a los repositorios de código libre para explorar la multitud de opciones de configuración del dispositivo.
Los fabricantes de Zubi Flyer, una startup con sede en Salt Lake City (Estados Unidos), han confiado en el crowdfunding como método para encontrar la financiación necesaria que les permita poner su producto en el mercado. De momento han recaudado 11.500 dólares y, aunque están lejos de los 50.000 que se han marcado como meta económica, todavía tienen 25 días para conseguir su objetivo.
Si quieres hacerte con este frisbee programable, tienes la posibilidad de comprarlo en la página de KickStarter a un precio desde 79 dólares (70,35 euros al cambio actual). El pack incluye un Zubi Flyer, las instrucciones, dos gafas de difracción de la luz y acceso gratuito al portal de aprendizaje online.
La compañía tiene previsto empezar a entregar los pedidos a partir del próximo mes de diciembre, siempre y cuando el proyecto salga adelante y consiga la financiación necesaria.
Descubre más sobre Sandra Arteaga, autor/a de este artículo.
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