Intel insiste en que la escasez de chips durará varios años y lo achaca al auge del teletrabajo, entre otros factores

La industria tecnológica sufre las consecuencias de la escasez de chips. Una falta de procesadores cuyos estragos se sentirán en los próximos años, según Intel.
Pat Gelsinger, director ejecutivo de Intel, ha reiterado este lunes su visión sobre la escasez de procesadores que sufre la industria a nivel global. Durante una sesión virtual en la feria Computex en Taipei ha afirmado que el problema podría tardar años en resolverse.
"Aunque la industria ha tomado medidas para abordar las limitaciones a corto plazo, aún podría llevar un par de años que el ecosistema aborde la escasez de capacidad, sustratos y componentes de fundición" ha explicado Gelsinger.
Así reitera las declaraciones que hizo en abril en una entrevista para The Washington Post. En ella explicaba cómo la compañía pretende enfrentar a largo plazo esta escasez y transformar la cadena de suministro en un sistema más sostenible.
Intel ha anunciado un plan de 20 millones de dólares este mes de marzo para expandir su capacidad de fabricación abriendo dos nuevas fábricas en Arizona. También pretenden establecerse en Europa "asegurando una cadena de suministro de semiconductores sostenible y segura para el mundo", dijo Gelsinger. Con esta maniobra desafían a sus dos principales competidores asiáticos, TSMC en Taiwán y Samsung en Corea.
Los líderes de ambos continentes, Estados Unidos y Europa, se han mostrado preocupados por la concentración de la fabricación de chips en países asiáticos con las nuevas tensiones con China Tras el anuncio de esta nueva estrategia, las acciones de Intel subieron un 7,5%, según Reuters.
Estas medidas, sin embargo, no abordan otros problemas que contribuyen a esa escasez de chips y los beneficios de esas dos nueva fábricas tardarán en sentirse en la industria. Las demás compañías, NVIDIA y TSMC, coinciden con Intel en que los efectos se extenderán en los próximos años.
Este problema se lleva advirtiendo varios años, aunque el auge de la minería de criptomonedas y el teletrabajo han agravado la falta de componentes. La tendencia a trabajar y estudiar desde casa durante la pandemia de COVID-19 había llevado a un "ciclo de crecimiento explosivo en semiconductores" que ha ejercido una gran presión sobre la cadena global de suministro, según Gelsinger.
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