Trump abre la puerta a ZTE: ¿qué pretende el presidente de EEUU?

Ya han transcurrido semanas desde que comenzara la polémica entre el gobierno de Estados Unidos y ZTE. Tras un tira y afloja, la marca china se ve impedida a la hora de importar componentes tecnológicos estadounidenses, un duro golpe para su negocio.

La interdependencia entre China y EEUU es tan grande que la prohibición a ZTE impuesta por Trump ha provocado la práctica congelación de las operaciones de esta compañía, un duro golpe para sus empleados pero también para el país asiático.

He aquí la clave del último giro en los acontecimientos: Donald Trump ha anunciado que está dispuesto a abrir la puerta de EEUU a ZTE, aunque las infracciones son teóricamente graves, ya que esta marca mintió y vendió tecnología a Irán violando las sanciones internacionales impuestas contra este país.

Pero, ¿qué espera conseguir a cambio Donald Trump? Hay que ver este movimiento no en clave tecnológica, ni siquiera empresarial, sino desde una perspectiva geopolítica.

EEUU también necesita a China y sus empresas

Aunque el Presidente de EEUU ha declarado que "demasiados trabajos perdidos" en China son el motivo por el que está dispuesto a negociar el levantamiento del embargo, son palabras que chocan contra su discurso.

Trump pretende recuperar en su país trabajos que han sido movidos a China, sobre todo en sectores industriales y tecnológicos. Esta intención contrasta con preocuparse por lo que ocurre a los empleados de ZTE en China.

Es más probable, según una interpretación propia, que lo que preocupe al presidente sean los puestos de trabajo que se pueden perder en Estados Unidos. ZTE es cliente de compañías como Qualcomm, uno de los principales. Al no poder comprar sus chips y módems, es negocio que se pierde, cauando un daño económico importante en suelo estadounidense.

Trump puede haber aprendido por las malas que en una economía globalizada las sanciones siempre terminan afectando a todos.

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El 5G chino, una palanca para negociar

ZTE es una de las tecnológicas más importantes de China, clave para el desarrollo de redes móviles, sobre todo del incipiente 5G. Este nuevo estándar de conexión se está desarrollando de forma activa en todo el mundo, y China tiene mucho que decir. Para que todo llegue a buen puerto necesitan a ZTE a pleno rendimiento, y para eso también precisan componentes norteamericanos.

En Estados Unidos seguramente conocen esta circunstancia y por eso hay una segunda opción: que Trump simplemente esté chantajeando a China para obtener algo a cambio, probablemente concesiones comerciales o diplomáticas en su nueva ofensiva contra Irán.

En cualquier caso, en la sede de esta compañía deben respirar mucho más aliviados ahora que saben que existe una posibilidad de poner fin al culebrón.