Las conexiones WiFi fallan el 45% de las veces, según un estudio
¿Encuentras a menudo problemas para conectarte a una red WiFi con tus dispositivos? Pues no te preocupes, porque al parecer se trata de algo más común de lo que pensamos. Un conjunto de científicos de la Universidad de Tsinghua en China ha llevado a cabo un estudio que revela que la conexión inalámbrica falla alrededor del 45% de las veces, y han analizado los motivos que provocan esta elevada tasa de error.
La investigación recopila los datos obtenidos de 400 millones de sesiones distintas de WiFi en diversos entornos y con todo tipo de dispositivos. En cada intento de conexión han registrado las fases involucradas en el proceso, así como su duración, con la finalidad de desvelar por qué se produce el problema.
El procedimiento de conexión a una red de Internet inalámbrica se compone de diferentes pasos. En primer lugar, el terminal escanea las ondas para localizar los puntos de acceso WiFi disponibles. Tras seleccionarlo, los dos aparatos intercambian paquetes de datos para proceder a la autenticación, que es el momento en el que se solicita la contraseña. Para finalizar, el punto de acceso proporciona una dirección IP al dispositivo, una fase que se conoce como DHCP (Dynamic Host Configuration Protocol, o Protocolo de Configuración Dinámica de Host).
Tras realizar las pruebas, los investigadores comprobaron que el 45% de las conexiones WiFi fracasa, y que además el 15% de ellas tarda más de cinco minutos en producirse. Para descubrir qué es lo que falla, utilizaron un algoritmo de minería de datos para procesar la información que desveló que hay varios factores que influyen negativamente en el tiempo y el éxito de la conexión.
En primer lugar, el parámetro más importante es la privacidad del WiFI: las redes privadas tienen una tasa de éxito bastante superior y son más rápidas. El sistema operativo es otro factor a tener en cuenta, ya que afecta en el rendimiento y el comportamiento. Además, los chips de los dispositivos y de los puntos de acceso también pueden ralentizar o acelerar el proceso.
Con los resultados del estudio en la mano, el equipo ha creado un algoritmo para resolver los problemas más sencillos, lo que permite que el proceso de conexión sea hasta diez veces más rápido, y reduce los fallos de conexión a una tasa de solo el 3,6%.
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