¿Cuántas veces hemos sacado un "pen drive" de nuestro ordenador sin antes realizar la "extracción de seguridad"? Sin esta acción, posibles virus y troyanos pueden atacar a nuestro ordenador sin nuestro consentimiento.

En algo de esto debió pensar Vladimir Putin, o quizás un hecho más retorcido todavía, y es que el máximo mandatario ruso, como si de la NSA se tratase, entregó en el mes de Septiembre a los altos cargos que asistieron a la cumbre del G-20 en San Petesburgo, una memoria USB que conectada al teléfono móvil, instalaba un troyano y rastreaba todos los datos del terminal.

Esta noticia ha salido a la luz gracias a los periódicos italianos 'Il Corriere della Sera' y ' La Stampa', afirmando que Herman van Rompuym presidente del Consejo Europeo, entregó dicha memoria USB a los servicios de seguridad, destapando esta posible triquiñuela de Putin.

Después de un minucioso análisis, se detectó que el "pen drive" contenía en su interior dos troyanos que captaban toda la información alojada en el ordenador al que era conectado, así como del teléfono vinculado, poniendo en riesgo todos los datos a los que accedía.

A raíz de este acontecimiento, el Consejo Europeo envió un mensaje a los 26 países participantes en la cumbre alertando de la "captación clandestina de datos en ordenadores y teléfonos móviles a través de las memorias USB" con las que habían sido obsequiadas.

Actualmente la investigación sobre este hecho todavía está abierta, ya que no se sabe a ciencia cierta si estas memorias USB "hackeadas" fueron entregadas a todos los asistentes que acudieron a la cumbre del G-20 del pasado mes de Septiembre.

Putin no se queda solo, ya que la NSA ha espiado más de 60 millones de llamadas telefónicas en España.

En cualquier caso, los países se encuentran a la espera de una resolución final, para decidir si proceden con una protesta formal al Gobierno ruso o se lleva a cabo cualquier tipo de acción legal ante esta posible acción de espionaje.