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Los riesgos y amenazas del Internet del futuro

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Las amenazas del Internet del futuro
La falta de privacidad y el control que ejercen los gobiernos son las principales amenazas a las que se deberá enfrentar Internet en el futuro. Sólo podrá evitarlas si encuentra el equilibrio entre el mundo real y el virtual. Analizamos cómo será la red en los próximos años y los riesgos futuros.

Internet cumple 25 años. Parece casi imposible que haya pasado tanto tiempo desde que el 2 de marzo de 1989 Tim Berners-Lee, un investigador de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), redactaba el borrador que estableció los vectores de Internet tal como la conocemos hoy. Este fue el primer paso hacia un desconocido universo virtual del que ya todos formamos parte. Pero ¿cuál será el futuro de Internet? 

La consultora estadounidense Pew Research ha elaborado un estudio sobre el devenir de los próximos años de Internet que señala un panorama lleno de claroscuros.

Y es que sostiene que la mayoría de la gente disfrutará de Internet como de la electricidad, pero no todo será positivo, ya que la red estará expuesta a diferentes amenazas durante los próximos diez años.

Como no podía ser de otra forma, dicho informe recibe el nombre de La vida digital en 2025 y está redactado por Janna Anderson y Lee Rainie a partir de la consulta de  2.558 expertos en tecnología, desarrollo y tendencias en la Red.

Todos ellos han llegado a la conclusión de que en la próxima década Internet protagonizará una fuerte restricción del acceso a sus usuarios y una contundente hipervigilancia por motivos de seguridad, en concreto para evitar el ciberterrorismo.

Pese a que los datos son alarmantes, es necesario contextualizarlos, ya que, como admite el propio director del think tank, Lee Rainie, este sondeo se realizó poco después de se produjera el escándalo de la NSA. 

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Los principales focos de alarma

Sin embargo, lo que es incuestionable es que los expertos han señalado cuatro principales focos de alarma.

El primero de ellos es la censura. Y es que el afán de control político de las diversas naciones llevará a bloqueos o segmentación de la información, lo que se denomina balcanización de Internet.

No en vano, muchos regímenes dictatoriales tenderán a endurecer la regulación de la red, vigilar a los internautas e incluso bloquear el acceso a la información. Un ejemplo de ello es la actual China, Egipto, Pakistán y Turquía, tal y como señala Jari Arkko, especialista en Internet para Ericsson y miembro del comité del Internet Engineering Task Force.

A los que se suma el de Reino Unido, que ya bloquea el acceso de sus ciudadanos a páginas que el gobierno británico califica de terroristas o peligrosas, tal y como apunta Dave Burstein, editor de Fast Net News.

Una tendencia que no se desliga en absoluto del segundo punto estudiado por los expertos que han desarrollado el estudio de Pew Research y que hace referencia la falta de privacidad. En la actualidad ya son apreciables algunos casos y esta vigilancia corporativa y gubernamental incrementará en un futuro la falta de confianza de los usuarios en la información disponible y comprometerá la neutralidad de la Red.

Por ello, será sumamente importante que se establezcan parámetros de vigilancia que no permitan que se lleven a cabo una monitorización indiscriminada de la actividad online que dé pie a restricciones de libre acceso a la información. 

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Fragmentación de la información

La investigadora científica para Microsoft Danah Boyd asegura que los próximos años la información se verá fragmentada geográficamente debido a los intereses gubernamentales.

Opinión que también apoya Christopher Wilkinson, oficial retirado de la Unión Europea, quien afirma que la vigilancia a los usuarios facilitará el espionaje industrial.

Censura y restricciones

El siguiente punto a tener en cuenta es aquel que indica que las presiones comerciales afectarán al mundo de Internet. Esto afectará a la neutralidad, y promoverá las restricciones en el intercambio de información, una “transacción” que sólo responderá a los intereses de las empresas.

Así lo expone, Marcus Cake, un arquitecto de contenido de sociedades en red, que sugiere que es importante que los gobiernos respondan a este reto con una legislación realmente resolutiva.

ero no todo podía ser malo. Y es que pese a esas tendencias preocupantes, la comunidad tecnológica se inclina aplastantemente por una “Internet abierta” en la que no haya control de los gobiernos o las empresas.

Aron Roberts, desarrollador de la Universidad de California en Berkeley, subraya que la necesidad de mantener este tipo de conexión “incluso aunque eso implique permitir que haya gente mala haciendo cosas malas, o que los piratas informáticos se aprovechen en parte del sistema”.

Las ventajas de esta conectividad, dicen los expertos, superarán los problemas que esa apertura generará.

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El Internet de las cosas 

La mayoría de los especialistas consultados para la elaboración del informe de Pew Research coincide en que la proliferación de sensores inteligentes, cámaras, software, bases de datos y enormes centros de datos creará un tejido de información global, conocido como el “Internet de las cosas”, en el que todo estará conectado a la web.

Un panorama que se verá implementado con el uso de la tecnología portátil, que permitirá disfrutar de una “realidad aumentada” que añadirá información adicional al mundo real. “Ya no tendremos que conectarnos a Internet para buscar algo, simplemente estaremos conectados”, afirma Joe Touch, director de la Universidad de Ciencias de la Información de la Universidad de Carolina del Sur.

Qué es el Internet de las cosas

Pero los expertos que han realizado el informe de esta consultora también hacen hincapié sobre el gran valor educativo que tendrá la red en un futuro, ya que “fomentará las relaciones planetarias y reducirá la ignorancia”. 

Expansión de la conciencia

Otros especialistas, como el autor Patrick Turner, hablan de la expansión de la conciencia que implica el advenimiento de la “Internet de las cosas” y la inteligencia artificial.

Internet

La salud es, según algunos especialistas, otro de los campos que se beneficiará en forma sostenida gracias a los avances de las herramientas digitales.

Aron Roberts, de la Universidad de California-Berkeley asegura que “existirán dispositivos que nos ayudarán con los cambios de nuestra vida y nos permitirán acceder a una detección temprana no sólo de enfermedades, sino también de riesgos ante enfermedades”. Por su parte, Nicole Ellison, otra especialista que consultó PRC, agregó una interesante intersección de caminos: Internet, política, salud y educación. Esta profesora de la Escuela de Información de la Universidad de Michigan opina que “al tiempo que más y más personas estén conectadas a la red, habrá un incremento en la conciencia de disparidades en temas como atención médica, agua potable, educación, alimentación y derechos humanos”. Internet será algo así como un despertador de conciencias.

Otra de las predicciones vislumbradas en el estudio sobre el porvenir de Internet es su diversificación. 

No en vano, en el futuro dejará de haber una única red global para dar paso a muchas. “Internet se fragmentará. La conectividad global seguirá existiendo, aunque lo hará a través de una serie de canales separados, controlados por una serie de protocolos diferenciados”. 

Lo que aquí referido conllevará que el ciberterrorismo se expanda irremediablemente y la privacidad y la confidencialidad de las personas y de los diferentes organismos se convierta en algo del pasado, puesto que las divisiones digitales crecerán más allá del control de las naciones y de las organizaciones internacionales como la ONU. 

Esto se traducirá en la creación de una “una polarización planetaria, algo que será aprovechado, sin duda, por todas las compañías de carácter internacional”, tal y como explica Llewellyn Kriel, CEO de TopEditor International Media Services.

fragmentacion internet

Cambio de paradigma digital

Pero ante esta mirada pesimista aparece aquella que indica que los seres humanos deberemos adaptarnos a los cambios de la gran red para salvar esta situación y no perdamos el control absoluto sobre la información y la nueva realidad. “Asistiremos a un cambio de paradigma, algo que puede ser bueno pero que también conducirá irremediablemente a situaciones precarias, ya que causará una pérdida de valor en las estructuras ya existentes a día de hoy.

Por ello será necesario que se produzca un nuevo orden mundial para acomodar a estas nuevas formas que sepa responder a las nuevas directrices que se establezcan”, según indica el académico alemán Nishant Shah. 

Lo que está claro es que desde sus orígenes Internet ha cambiado el mundo y seguirá haciéndolo durante los próximos años. Lo importante es que aprendamos y sepamos adaptarnos a esa transformación y que seamos capaces de utilizarla en nuestro propio beneficio y no dejar su control únicamente en manos de unos pocos. 

No hay que olvidar que “la información es poder”. 

El acceso marcará la diferencia

El informe que ha realizado la consultora estadounidense Pew Research no deja lugar a dudas de que en los próximos años estar o no estar conectado a Internet marcará la diferencia entre los países. Las naciones más desarrolladas serán las primeras en ser testigos de esta impresionante evolución de la tecnología.

Pero ¿y el resto?  Uno de los expertos consultados para llevar a cabo este estudio, Miguel Alcaine, representante en Centroamérica del Sindicato Internacional de Telecomunicaciones, asegura que “el acceso a la Red marcará la aparición de una brecha creciente entre los que disponen de tecnología y los que no”. Y es que esta gente que se quede atrás será cada vez más invisible y se verá cada vez como “menos humana”.

La tecnología del futuro

En 2025 los avances tecnológicos girarán en torno a estar dentro o fuera de la red. El “internet de las cosas” llegará a todas partes y los dispositivos conectados de hoy en día serán cada vez más pequeños y se fusionarán lentamente con la parte del cuerpo con la que estén relacionados.

Así lo afirma el director de Discern Analytics Paul Saffo, quien señala que muchos de los gadgets que utilicemos en nuestro día a día se comunicarán en nuestro nombre al interactuar con otros mundos físicos y virtuales, como las Google Glass cuyo “interfaz se reducirá hasta convertirse en unas gafas casi invisibles”.

En el informe sobre el futuro de Internet llevado a cabo por la consultora estadounidense Pew Research son muchos los expertos que sueñan con cartones de leche con sensor incorporado que avisarán cuando están vacíos o chips subcutáneos que vigilarán las constantes vitales. En definitiva, idean ciudades inteligentes con GPS que harán de nuestra vida algo cuantificable que se mida por la conexión a Internet.

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