El gobierno ruso está especialmente interesado en que algún hacker emplee sus fuerzas para derribar la seguridad y protección que ofrece el navegador web Tor. Se trata de un famoso navegador web que permite la navegación web bajo un anonimato total y Rusia parece no estar de acuerdo con ello.

Se abre de nuevo el debate y no podemos reducirlo a: ¿derecho a la privacidad: sí o no? En realidad, ocurre que la libertad de la mayoría de usuarios puede entrar en conflicto con el posible libertinaje de otros que hacen un mal uso de este tipo de herramientas, como es el caso del navegador anónimo Tor, algo que podría estar ocurriendo en Rusia. Rusia pone sobre la mesa 100.000 dólares que serán para el que consiga hackear el navegador web Tor, consiguiendo acceder a la información que se intercambia.

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En la misma línea, el gobierno ruso aprobó una medida durante el mes de abril que afecta a blogs que reciban más de 3.000 visitas/día y que les obliga a registrar nombre e email de cada visitante. Tienen incluso la obligación y el deber de verificar toda la información que otros publiquen como comentarios en el blog.

Lo que desconocemos es si Rusia pretendería aprovechar dicha brecha de seguridad, en caso de descubrirla, para su propio beneficio: para evitar que se hable de sus representantes políticos, de las medidas que aprueban, etc. En definitiva, si buscan castigar a quienes disientan de lo que ellos piensan y ejercer así una represión.

Stanislav Sharikov, líder del Partido Pirata ruso, ha hecho alusión a que en realidad el interés por parte del gobierno podría tener que ver realmente con preocupaciones de la policía, más que con la represión.