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Testamento digital: cómo (y por qué) deberías hacerlo

Cómo y por qué debemos hacer nuestro testamento digital
Una parte importante de nuestra vida transcurre en Internet. ¿Qué ocurre con nuestras cuentas, posesiones y datos al morir? Así se hace un testamento digital.

¿Te has planteado alguna vez redactar tu testamento digital, y asegurar el destino de tu legado online cuando ya no estés? Seguramente no.

No es nada raro. Es uno de los mecanismos de evolución y supervivencia más sorprendentes del ser humano. Nos vemos a nosotros mismos como una especie de superhéroes inmortales a los que no nos va a pasar nada malo. Las cosas malas solo les pasan a los demás. O ya me preocuparé de ellas si ocurren.

Fumamos porque estamos seguros de que nosotros no contraeremos un cáncer. Conducimos con dos copas de más porque nosotros no vamos a tener un accidente, y otras muchas locuras que se cobijan bajo el paraguas del "eso no me va a pasar a mí". Hasta que, por supuesto, pasa...

Pensar en nuestra muerte es desagradable y nuestra mente tiende a evitarlo. Es un mecanismo de defensa que nos permite ser más felices, y tomar más riesgos en la vida. Un eficaz, aunque insensato mecanismo de evolución.

Pero la razón y la lógica nos invitan a pensar en lo que ocurrirá con nuestras posesiones, con nuestro legado, cuando ya no estemos aquí. Antes solo había que preocuparse del coche, la casa, o las deudas. Ahora hay que pensar en nuestro legado online. Es hora de plantearse redactar un testamento digital.

Cómo y por qué debemos hacer nuestro testamento digital

Una vida en la Red

Internet apenas lleva 25 años con nosotros, pero su influencia en nuestras vidas es cada vez mayor, hasta el punto de que una parte muy importante de nuestras posesiones y recuerdos están en la Red, o en el disco duro de un ordenador. Es lo que se conoce con el nombre de huella digital.

Párate a pensar durante unos segundos cuántas de tus posesiones valiosas están asociadas a Internet. Existen bancos que solo funcionan en la Red, y sólo puedes acceder a ellos mediante cuentas online. Quizá tengas almacenados algunos bitcoins en un monedero digital. Tu colección de películas, los juegos de Steam o PlayStation Store, las claves de Microsoft Office y otro contenido de ocio online que has comprado a lo largo de los años, y está asociado a tus cuentas cuya contraseña solo conoces tu. Quizá has comprado espacio en Dropbox, Gdrive y otros almacenes online y ahí guardas documentos de valor. Tu colección de fotos, vídeos y otro contenido sentimental que has acumulado toda la vida.

Hay tantas y tantas posesiones valiosas que guardamos en Internet o en formato digital, que a nosotros mismos, o a nuestos seres queridos, nos dolería que se perdieran. Y eso es lo que probablemente ocurrirá si fallecemos y no pasamos a alguien las claves y el acceso a ese contenido.

Cómo y por qué debemos hacer nuestro testamento digital

Si las contraseñas se pierden, es casi imposible acceder a las cuentas. Y aún con ellas, puede resulta complicado que un determinado servicio nos permita acceder al contenido privado sin una autorización de la persona fallecida. En muchos casos los datos y servidores se guardan en otros países y hay que lidiar con leyes extranjeras. Con el problema añadido de que los supuestos herederos quizá no sepan cual es tu legado online, o qué demonios es un bitcoin...

Si te consideras una persona responsable, vamos a mostrarte qué es y cómo se hace testamento digital.

¿Qué es un testamento digital?

Como ocurre con los testamentos convencionales, existen mucha formas de redactar un testamento digital. La más común es escribir un documento con todas tus posesiones digitales, las claves para acceder a ellas, y una autorización a una persona de confianza para que pueda acceder a todo este contenido cuando fallezcas.

Cómo y por qué debemos hacer nuestro testamento digital

Lo más sencillo es dividir el contenido en grupos, y gestionarlo por separado:

  • Cuentas de correo
  • Cuentas de servicios y contraseñas
  • Servicios de suscripción (que nos seguirán cobrando aún después de fallecer, si no los cancelamos)
  • Cuentas bancarias y otros fondos financieros
  • Contenido personal en Internet (fotos, vídeos, y documentos en la nube)
  • Contenido personal en formato físico (ordenadores, disco duros, memorias USB, móviles)

Puede ser una tarea complicada y que lleva bastante tiempo, así que quizá deberías empezar por redactar un testamento digital de emergencia.

Este simulador predice cómo vas a morir

El testamento digital de emergencia

Se llama así a un primer documento que permite acceder a las cuentas clave con la información digital más crítica. Con estos datos nuestros herederos podrán gestionar la mayoria de nuestro legado digital. O al menos, lo más importante.

El testamento digital de emergencia debe incluir las cuentas de nuestro correo principal de Gmail o equivalente, cuentas bancarias online, almacenes de fotos, etc. Todo lo que creamos que es más importante. No hace falta que sea un documento legal, se puede decir donde se guarda a la pareja, un familiar, etc. Pero también se puede registrar bajo notario y ordenar instrucciones para su entrega.

Posesiones digitales detalladas

El testamento digital de emergencia es una buena solución para que nuestros allegados puedan acceder a nuestro contenido crítico en Internet. Pero casi siempre tenemos cuentas que nadie más sabe que existen. Y no porque queramos ocultarlo, sino porque simplemente no se lo hemos dicho. Quizá actualizamos un blog en donde publicamos nuestros pensamientos, un almacén online en donde guardamos la novela que estamos escribiendo o unos poemas que nos gustaría que nuestros descendientes conservaran... Por eso conviene hacer un testamiento digital detallado.

Cuentas, correos, y contraseñas

Las cuentas y correos son la llave que da acceso a todo el contenido online. Por tanto es lo primero que hay que detallar. Debemos escribir en un documento todas nuestras cuentas importantes, y sus contraseñas. Esto incluye direcciones de correo, cuentas de blogs, páginas webs que hayamos creado, y cualquier otra cosa que queramos que nuestros seres queridos recuperen cuando hayamos fallecido.

Redes sociales

Las redes sociales más populares tienen cientos de millones de usuarios. Suena terrible pero es así: mueren 3 usuarios de Facebook cada minuto, y ya tiene más de 30 millones de cuentas de personas fallecidas. Por eso ya integra funciones para activar protocolos cuando el dueño de la cuenta fallece.

Twitter, por ejemplo, permite a otra persona autorizada borrar la cuenta y los tuits, aunque no permite seguir usándola.

Facebook e Instagram incluyen una sección en la configuración de la cuenta que permite indicar por anticipado lo que hacer con la cuenta cuando falleces. Podemos ordenar que la cuenta se borre, o que se convierta en una cuenta conmemorativa. Una cuenta conmemorativa se usa para que familiares y amigos compartan recuerdos del ser querido que ha fallecido. 

Cómo y por qué debemos hacer nuestro testamento digital

Para que una cuenta de Facebook se convierta en conmemorativa cuando su titular muere, el titular tiene que designar un contacto de legado, que es la persona que se encargará de gestionar la cuenta conmemorativa.

Para elegir un contacto de legado solo hay que entrar en la configuración general de la cuenta de Facebook, elegir un amigo y añadirlo como contacto de legado. Esa persona recibirá una notificación y, si acepta, será el encargado de gestionar una cuenta conmemorativa cuando Facebook compruebe que esa persona ha fallecido.

El contacto de legado puede hacer algunas cosas, como cambiar la foto de perfil, redactar un homenaje, aceptar nuevos amigos en la cuenta (familiares o amigos que quieren despedirse), así como hacer una descarga de lo que se haya compartido en Facebook, o borrar la cuenta para siempre. Pero no puede leer los mensajes, borrar fotos ni alterar el contenido.

También puedes decirle a Facebook que borre tu cuenta definitivamente cuando falleces. Para ello debes seguir estos pasos:

  • En la parte superior derecha de Facebook, selecciona Configuración
  • En el menú de la izquierda, haz clic en General
  • Haz clic en Gestionar cuenta
  • Haz clic en Eliminación de la cuenta y sigue las instrucciones que aparecen en la pantalla

Google es una de las compañías que mejor gestiona el testamento digital. Su Administrador de cuentas inactivas permite establecer un plazo sin uso de la cuenta de Google, para considerarla inactiva. Entonces o bien Google activa la orden de borrarla, o de ceder la cuenta a una persona de confianza con la que contacta a través de un número de teléfono móvil.

eliminar tus datos de Google despues de morir

Para ello debes iniciar sesión en Google y después pinchar en Mi cuenta. Una vez dentro, dirígete a Información personal y privacidad y pincha en Controla tu contenido. Hay varias opciones:

  • Tiempo de espera, donde marcarás el periodo tras el cual tu cuenta se considerará inactiva (puede ser de 3 a 18 meses). Este tiempo empieza con la última actividad que hayas realizado habiendo iniciado sesión en tu cuenta de Google.
  • Alertas, donde hay que marcar cómo quieres que el gestor te avise de que va a finalizar el tiempo de espera que hayas marcado (puede ser por vía SMS o por correo electrónico). La alerta te llegará un mes antes si marcas el periodo mínimo y hasta 3 meses antes si elijas el máximo de 18.
  • Notificar a los contactos y compartir los datos, aquí puedes elegir a qué contactos de confianza (máximo 10) quieres que se notifique que ya no utilizas la cuenta e incluso darles permiso para que accedan a tus datos. También tienes la opción de configurar una respuesta automática.
  • Eliminación de la cuenta, aquí das permiso a Google para que elimine tu cuenta en tu nombre, con todos los servicios asociados a ella (vídeos de YouTube, publicaciones de Google+, blogs de Blogger, etc).

Como vemos las redes sociales están preparadas para traspasar nuestras cuentas a una persona de confianza, sin necesidad de redactar un testamento digital.

El único cabo suelto es que tu último mensaje en Facebook o Twitter antes de morir haya sido una tontería del tipo una caca con ojos dedicada a una persona, o un comentario tonto. Si te gustaría despedirte como es debido, existen servicios como El Último Post de eFuneraria, que sirven para dejar un último mensaje o un vídeo de despedida para cuando fallezcas, y ellos se encargan de que sea tu último post en las redes sociales que elijas.

Bancos y Bitcoins bajo el colchón

Quizá incluso más importante que los correos y las cuentas de redes sociales, son las cuentas bancarias y los PIN de las tarjetas de crédito. Hay bancos que solo operan a través de Internet, y sin acceso a las cuentas será imposible recuperar el dinero, que irá a parar a Hacienda. De hecho siempre es una buena idea que las cuentas bancarias estén a nombre de una segunda persona que no sea el titular. Esa segunda persona ni siquiera necesita conocer las claves durante el uso de la cuenta, pero si el titular fallece podrá comunicarse con el banco para convertirse en titular y acceder al dinero y los valores que contiene.

Para hacer el testamento digital tienes que incluir el nombre de usuario y contraseña de todas tus cuentas bancarias, así como el PIN de las tarjetas. No te olvides de PayPal o servicios similares, o las contraseñas de los monederos virtuales y su ubicación, si tienes Bitcoins y otras monedas criptográficas. Seguros de vida, médicos, del coche... Todo cuenta.

Cómo y por qué debemos hacer nuestro testamento digital

Contenido personal

Seguro que dispones de almacenes en la nube en donde guardas, fotos, vídeos y documentos personales que desearías que tus seres queridos conservasen cuando ya no estés: las fotos almacenadas en Google o Amazon que subes desde el móvil, los documentos que tienes en Dropbox, los vídeos en iCloud y Youtube... Detalla los correos y claves para acceder a este contenido a través de tu testamento digital.

Servicios online

Muchos servicios online que utilizamos tienen asociados tarjetas bancarias que convienen cancelar cuando ya no se van a usar. Por ejemplo la cuenta de Amazon y otros comercios electrónicos, software o aplicaciones online que hayas comprado y quieres que otros sigan disfrutando, etc. Añádelas a tu testamento digital.

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Suscripciones

Este apartado es uno de los más importantes, porque las suscripciones van a seguir cobrándote una cuota mensual incluso después de muerto, hasta que alguien las cancele o la cuenta bancaria se cierre.

Debes detallar el usuario y la contraseña de tus cuentas de Netflix, móviles, televisión de pago, acceso a Internet, PlayStation Plus, juegos online por suscripción, revistas online, las apuestas de la Primitiva que juegas online todos los meses, y cualquier otra cuota que estés pagando, para que los herederos las cancelen inmediatamente. Si todas estas suscripciones están asociadas a una única cuenta bancaria o tarjeta, puede ser más rápido cancelar directamente dicha cuenta del banco.

Ten en cuenta que las compras digitales no existen. Cuando compras una película en Google Play, iTunes, un juego de Steam, etc., en realidad no es una compra, sino una cesión de derechos, un alquiler sin caducidad. Como no es tuyo no puedes ceder ese contenido a otra persona, pero quizá otros puedan seguir usando la cuenta y lo que contiene.

El hardware

Un testamento digital no consta solo de bienes y posesiones personales que están en Internet. También debes considerar los dispositivos físicos. Es posible que tengas ordenadores, pendrives o discos duros externos protegidos con contraseña que contengan fotos, vídeos familiares, documentos valiosos que quieres que se conserven tras tu muerte.

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Igual de importante es detallar las claves de acceso a tu móvil, para que los herederos puedan acceder a él. Casi todas las cuentas bancarias, comercio electrónico y suscripciones utilizan un sistema de verificación de dos pasos que exige confirmar un código en el móvil, y sin el acceso a ese móvil no podrás acceder a dichas cuentas, u operar con ellas.

Ya tengo el testamento digital, ¿y ahora qué?

Ha sido costoso (y doloroso), pero ya has redactado tu testamento digital. ¿Qué hay que hacer con él? Depende de cada persona. Puedes optar por enterrarlo en una caja sellada en tu jardín, o meterlo en una caja fuerte del banco, y darle la llave a una persona de confianza. O registrarla en un notario, o en un testamento, para que se lo entreguen a la persona que tu digas cuando mueras. Ten en cuenta que este testamento contiene contraseñas que suelen renovarse cada pocos meses, así que tendrás que buscar una forma de renovarlas, aunque la mayoría de las cuentas permiten recuperar la contraseña si tienes acceso al correo o el móvil asociado a la cuenta.

Cómo y por qué debemos hacer nuestro testamento digital

Si el testamento digital contiene información muy importante conviene legalizarlo, como un testamento o una herencia convencional. Acude a una notaría y haz que te asignen un fiduciario, una persona que se encargará de entregar este testamento a la persona de confianza que designes, y se asegurará de que se cumplen las instrucciones que hayas dado.

Hoy en día las notarías ya saben cómo manejar legalmente contenido digital, e incluso existen servicios online especializados en el tema. Consúltalos para saber si has hecho las cosas bien, o cómo debes actuar.

Una parte muy importante de nuestras vidas ya es digital, y eso incluye recuerdos preciosos, bienes y otros contenidos que no queremos que se pierda. A fin de cuentas, lo que queda de nosotros cuando morimos es lo que nos hace inmortales. Un testamento digital es una cosa que no debe tomarse a la ligera...

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