Afortunadamente, en la actualidad somos cada vez más conscientes de la importancia que tiene llevar un estilo de vida saludable. No obstante, aunque no nos demos cuenta, la mayoría de nosotros tenemos algunos hábitos con los que maltratamos nuestro cuerpo cada día. 

Cosas tan sencillas como la forma en la que nos sentamos o los alimentos que consumimos en el desayuno pueden condicionar la buena salud de nuestro organismo, de manera que es importante prestar atención a estos pequeños detalles para favorecer nuestro bienestar. A continuación puedes ver si tienes alguno de los hábitos diarios con los que maltratamos nuestro cuerpo. 

Saltarse comidas

Seguro que has escuchado muchas veces que saltarse comidas es malo para la salud. De acuerdo con la Dra. Caroline Apovian, directora del Centro de Control de Peso y Nutrición del Boston Medical Center, esta práctica "con el tiempo conduce a la sobrealimentación, y eso es altamente perjudicial para el estado oxidativo que conduce al estrés y la inflamación". Come al menos tres veces al día e intenta que en todas las ingestas haya verduras y frutas.

No comer proteínas en el desayuno

Desayunar solo un café está completamente desaconsejado.  La Dra. Apovian recomienda consumir proteínas en la primera comida del día debido a que aumentan la sensación de saciedad. Además, la mantequilla, los huevos, el yogur o las nueces también te aportarán la energía que necesitas para afrontar el día. 

Sentarse mal

El estilo de vida actual hace que muchas personas se vean obligadas a pasar buena parte del día sentadas en un escritorio. Por este motivo, es muy importante cuidar la postura que tenemos cuando estamos sentados, ya que si la posición no es la adecuada puede llevarnos a sufrir lesiones musculares y dolores crónicos.

Para sentarte correctamente, apoya la espalda y coloca los pies en el suelo en una posición neutral. Si lo necesitas, desliza un cojín pequeño detrás de la espalda para que tu cuerpo adquiera una postura relajada. También hay que cuidar la posición del cuerpo cuando estamos conduciendo. 

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Pasar mucho tiempo quieto

Otra de las consecuencias de los trabajos de oficina es que muchas personas pasan muchas horas sentadas. La inactividad prolongada es un riesgo para la salud, como se ha demostrado en estudios anteriores, por lo que hay que levantarse con cierta frecuencia para mover y estirar los músculos. 

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No usar protector solar

Estamos acostumbrados a usar el protector solar en verano, pero en las estaciones más frías a muchos se les olvida utilizarlo. No obstante, aunque no haga calor y el día esté nublado, nuestra piel se ve afectada por los rayos UVA, que pueden penetrar a través de las nubes y las ventanas. Por eso, es recomendable utilizar durante todo el año una crema protectora facial con un SPF 30 o más.

[Fuente: Business Insider]