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5 razones para no beber: el exceso de alcohol destroza tu cuerpo y cerebro

Andrea Núñez-Torrón Stock

Brindis con cerveza
Depositphotos
Beber alcohol puede provocar cambios en la química cerebral y la liberación de hormonas. Como resultado, puedes notar cambios no deseados en tus emociones y estado de ánimo, salud mental o sueño.

No es raro usar el alcohol como una forma de aliviar la tensión o evitar los nervios, ayudando a desinhibirse. Sin embargo, los efectos relajantes del alcohol son solo momentáneos.

El consumo excesivo de alcohol a largo plazo, más de 8 tragos por semana para las mujeres y más de 15 por semana para los hombres, puede afectar negativamente al estado de ánimo y a la salud mental. Su ingesta está relacionada con depresión, ansiedad y trastornos del sueño. 

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Eso se debe a que "el alcohol es un depresor, lo que significa que ralentiza los mensajes transmitidos entre el cuerpo y el cerebro", según explica a Insider Joseph Volpicelli, psiquiatra y fundador del programa de recuperación de adicciones del Centro Volpicelli.

Repasa 5 maneras en que beber demasiado alcohol puede afectar su bienestar mental y emocional a largo plazo.

1. Depresión

Cuanto más bebe una persona, mayor es su probabilidad de desarrollar depresión. De hecho, la dependencia del alcohol y la depresión comparten muchos de los mismos factores de riesgo y síntomas, lo cual tiene sentido, ya que el alcohol es un depresor.

Estas son algunas formas diferentes en que el alcohol afecta el cerebro y puede provocar síntomas depresivos:

  • Reducción de serotonina: El alcohol reduce la cantidad de serotonina producida en el cerebro. La serotonina es un mensajero químico que juega un papel clave en la regulación del estado de ánimo. Al interrumpir su producción natural, "el alcohol puede causar un desequilibrio que conduzca a la depresión", según Nathan Brandon, un psicólogo clínico con licencia con práctica privada.
  • Supresión de dopamina: Beber en exceso puede conducir eventualmente a una menor producción de dopamina, una sustancia química del cerebro involucrada en los sentimientos de placer y motivación. Como resultado, es posible que comiences a sentirte triste o desanimado.
  • Deterioro del sistema de norepinefrina: El alcohol también afecta el sistema de norepinefrina, que juega un papel en el estado de alerta y la energía, por lo que su consumo puede provocar que te sientas apático y letárgico, explica Brandon.

2. Ansiedad

Algunas personas beben alcohol para sentirse más relajadas y aliviar la ansiedad. Sin embargo, su consumo en realidad puede empeorar la ansiedad y perpetuar la dependencia del alcohol.

Aunque el alcohol puede contribuir a calmar los sentimientos de ansiedad, esta regresa en cuanto dejas de beber.

En este sentido, un estudio de 2019 encontró que las personas muy tímidas experimentaron una reducción de la ansiedad mientras bebían, pero su ansiedad aumentó el día después de la noche de farra.

La explicación de este fenómeno es la siguiente: el alcohol provoca la liberación de ácido gamma-aminobutírico (GABA), un mensajero químico que ralentiza y bloquea ciertas señales nerviosas en el cerebro, generando un efecto calmante, según Volpicelli.

Sin embargo, cuando dejas de beber, esa afluencia de GABA desaparece y tu cerebro se inunda con una sobreabundancia del glutamato neuroquímico, que puede desencadenar ansiedad, anota. 

Además, "beber alcohol para hacer frente a la ansiedad y la depresión en realidad podría empeorar estos problemas con el tiempo", dice Brandon.

Por ejemplo, si tienes un trastorno de ansiedad y descubres que beber alcohol desencadena un ataque de pánico, podría terminar bebiendo más para lidiar con esos sentimientos de pánico y miedo, haciendo crónico un ciclo que es difícil de romper. También corres el riesgo de aumentar la dependencia del alcohol. 

3. Problemas para dormir

Una idea errónea muy extendida es que el alcohol ayuda a dormir al ser una sustancia depresora.  

Inicialmente, puede promover sentimientos de relajación que te ayuden a sentirse somnoliento y a conciliar el sueño más rápido. Sin embargo, a medida que se metaboliza en la sangre durante la noche, puede interrumpir el ciclo de sueño y vigilia y evitar que obtengas el sueño REM adecuado, dice Volpicelli.

No pasar suficiente tiempo en fase REM puede afectar negativamente a las emociones, los pensamientos y la concentración, e incluso la salud física. También puede hacer que te sientas cansado o fatigado al día siguiente, lo que puede empeorar otros problemas relacionados con el abuso del alcohol, como la depresión y la ansiedad.

"Una buena noche de sueño es importante para todos, pero especialmente para las personas que luchan contra problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad", dice Volpicelli. "La mala calidad del sueño puede exacerbar los problemas de salud mental existentes".

4. Dificultad para controlar las emociones

La corteza prefrontal de tu cerebro juega un papel crucial en el comportamiento social, la toma de decisiones y la regulación de las emociones. Las investigaciones hasta la fecha sugieren que el alcohol puede alterar la actividad normal en la corteza prefrontal, dificultando el control de las emociones.

En otro pequeño estudio de 2015 realizado a personas en un programa de tratamiento de alcohol para pacientes hospitalizados, los episodios más largos de consumo excesivo de alcohol se asociaron con más problemas para identificar y regular las emociones, lo que luego provocó síntomas depresivos más graves que llevaron a mayores tasas de consumo de alcohol.

En resumen, cuanto más a menudo y más cantidad bebas, más difícil te resultará regular sus emociones con el tiempo.

5. Trastorno por consumo de alcohol

A las personas que viven con el trastorno por consumo de alcohol generalmente les resulta difícil controlar su consumo de alcohol o dejar de beber cuando lo intentan. 

Esta condición de salud mental puede provocar síntomas continuos de salud física y mental, junto con consecuencias no deseadas en el trabajo, la escuela o en sus relaciones personales.

"Es común experimentar trastornos de salud mental concurrentes, especialmente depresión y ansiedad, junto con trastorno por consumo de alcohol", apostilla Volpicelli.

Estos son algunos signos de este problema, según Volpicelli y Brandon:

  • Faltar al trabajo, a la escuela u otras obligaciones debido al consumo de alcohol.
  • Necesitar más y más alcohol para experimentar los mismos efectos.
  • Experimentar síntomas de abstinencia cuando no se bebe, como irritabilidad, cambios de humor, insomnio, dolores de cabeza y temblores en las manos.
  • Dificultad para reducir el consumo o controlar la cantidad de alcohol consumido.

A medida que una persona desarrolla tolerancia al alcohol y necesita beber más para sentir los efectos.

Esto provoca que sus resacas y síntomas de abstinencia generalmente se vuelven más severos, dice Volpicelli.

¿Estoy bebiendo demasiado?

Tus hábitos de bebida pueden estar causando síntomas de mala salud mental.

Apunta si experimentas alguno de los siguientes:

  • Dificultad de concentración
  • Mayor aislamiento social
  • Falta de motivación para participar en sus actividades y pasatiempos habituales
  • Cambios en el apetito y patrones de sueño

Hay evaluar cómo el alcohol está afectando a tu estado de ánimo y a tu salud mental.

Brandon recomienda hacerse las siguientes preguntas:

  • ¿Estoy usando el alcohol para ayudarme a sobrellevar el estrés o evitar sentimientos difíciles?
  • ¿Siento que "necesito" el alcohol para divertirme en una noche de fiesta?
  • ¿Me siento incómodo cuando no bebo?
  • ¿El alcohol ha causado problemas en mis relaciones con amigos, familiares, parejas o compañeros de trabajo?

Cómo dejar de beber tanto

Según Volpicelli y Brandon, participar en un desafío sobrio y curioso, como Dry January, que consiste en tomar un descanso del alcohol durante el primer mes del año, puede ayudarte a obtener una idea de cómo tu estado de ánimo, energía y estado mental general mejoran cuando no consumes alcogol.

Importante: si bebe en exceso o con frecuencia, Brandon advierte que no debes participar en desafíos de sobriedad sin obtener primero la orientación de un médico o profesional. La abstinencia puede afectar su salud mental e incluso causar efectos físicos potencialmente peligrosos.

En lugar de hacerlo de golpe, otra posibilidad consiste en reducir gradualmente el consumo de alcohol cada semana hasta llegar a lo que se considera una cantidad moderada: no más de 7 dosis por semana para las mujeres y 14 por semana para los hombres.

Cuándo pedir ayuda

Si tienes problemas para dejar o reducir su consumo de alcohol, Volpicelli sugiere hablar con su médico acerca de obtener el apoyo de un especialista en salud mental o entrar a formar parte de un programa de tratamiento del alcoholismo.

Brandon aporta algunas de las señales que debes considerar a la hora de pedir ayuda para la salud mental o los síntomas relacionados con el alcohol:

  • Retiro de las actividades sociales.
  • Disminución de la productividad en el trabajo, la escuela o el hogar.
  • Beber por la mañana para sobrellevar la resaca o los síntomas de salud mental
  • Experimentar lagunas en la memoria o "apagones"
  • Tener fuertes antojos de alcohol.
  • Gastar una cantidad considerable de tiempo y dinero para obtener y beber alcohol.
  • Cambios de humor intensos después de un día de consumo excesivo de alcohol

Un terapeuta u otro profesional de tratamiento puede ofrecer apoyo para identificar y explorar los desencadenantes y las razones para beber, así como ayudarte a encontrar un enfoque de tratamiento eficaz para ti. 

Este artículo fue publicado en Business Insider España por Andrea Núñez-Torrón Stock.

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