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El agujero de la capa de ozono acelera su crecimiento

Andrea Gómez Bobillo

Agujero capa de ozono
El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida ha registrado uno de sus mayores tamaños en los últimos años, alcanzando los 25 millones de kilómetros cuadrados.

El agujero en la capa de ozono sobre la Antártidase ha expandido hasta alcanzar uno de sus mayores tamaños en los últimos años.

2020 ha vuelto a sorprender y dar un toque de atención a la población después de que, inusualmente, en 2019 el agujero de la capa de ozono alcanzase su menor pico anual desde que comenzó el rastreo en 1982.

Desde mediados de agosto, según apunta Diego Loyola del Centro Aeroespacial Alemán, el agujero ha crecido rápidamente llegando a cubrir la mayor parte del continente antártico.

Según publica Science Alert, las nuevas mediciones del satélite Copernicus Sentinel-5P de la Agencia Espacial Europea muestran que el agujero alcanzó su tamaño máximo de unos 25 millones de kilómetros cuadrados el pasado 2 de octubre. Esto lo sitúa en el mismo nivel que los agujeros de ozono de 2018 y 2015, que registraron picos de 22,9 y 25,6 millones de kilómetros cuadrados respectivamente. El más grande registrado se vio en 2000, con un agujero de 29,9 millones de kilómetros cuadrados.

El tamaño del agujero varía cada año, y reduce las concentraciones de ozono dentro del mismo cuando las temperaturas en la estratosfera se vuelven más frías (por debajo de los -78ºC). Cuando esto ocurre, las reacciones químicas destruyen las moléculas de ozono en presencia de la radiación solar. 

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Los expertos reafirman la necesidad de seguir haciendo cumplir el Protocolo de Montreal que prohíbe las emisiones de sustancias químicas que agotan la capa de ozono. Dicho protocolo obliga a eliminar progresivamente la fabricación de los dañinos clorofluorocarbonos (CFC), productos químicos que anteriormente se utilizaban en frigoríficos, envases y aerosoles.

Pese a que el tamaño varía cada año, los científicos son conscientes de que el proceso de curación será largo y la Organización Meteorológica Mundial reveló el año pasado que las concentraciones de ozono sobre la Antártida volverían a los niveles relativamente normales anteriores a la década de 1980 alrededor de 2060. 

Los investigadores dicen que el tamaño de este año ha sido impulsado por un fuerte vórtice polar, un fenómeno de viento que mantiene las temperaturas estratosféricas por encima del frío de la Antártida.

Por el contrario, las temperaturas más cálidas del año pasado fueron las que provocaron el tamaño récord del agujero de la capa de ozono en 2019, por lo que eso no era señal de una rápida recuperación.

Este artículo fue publicado en Business Insider España por Andrea Gómez Bobillo.

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