'Alexa, aterriza en la Luna': el asistente de Amazon se usará en la misión Artemisa de la NASA

En las misiones a la Luna de los años 60 y 70, los ordenadores que usaron eran miles de veces más lentos que un smartwatch.

La próxima misión a la Luna utilizará computadoras mucho más sofisticadas, pero que a nuestros ojos ya son una antigüedad: tendrán procesadores de 2002.

La razón es que han sido sometidos a miles de pruebas durante años y deben protegerse contra la radiación y las temperaturas extremas, así que tienen que ser fiables, no se pueden usar chips recién lanzados.

Estos ordenadores de hace 20 años tendrán instalado un software llamado Callisto, creado por Lockheed Martin.

Callisto está compuesto por el asistente Alexa, y un software de videoconferencia llamada Webex, creado por Cisco.

Se trata de una versión de Alexa creada para funcionar en ordenadores de 2002, y que además puede hacerlo de forma autónoma, sin conectarse a Internet, ya que habrá momentos en donde se perderá la comunicación con la Tierra, en la cara oculta de la Luna.

Alexa también ha sido adaptado para aceptar los retardos de 2 segundos entre la Tierra y la Luna, y para ignorar los motores de la nave y otros ruidos del espacio, según explica la nota de prensa de Amazon.

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El asistente virtual Alexa se convierte así en un miembro más de la tripulación que viajará a la Luna en la Misión Artemisa de la NASA.

La tarea de Alexa será comunicarse con la base en la Tierra, y poner en marcha diversos instrumentos usando órdenes de voz.

La Misión Artemis o Artemisa de la NASA tiene como objetivo poner astronautas en la Luna en 2024 o 2025.

Pero antes de eso se van a llevar a cabo varias misiones no tripuladas de preparación.

Tras un par de retrasos, se espera que la misión Artemis I despegue el próximo mes de marzo. La nave no tripulada Orion, con Alexa de asistente, dará una vuelta alrededor de la Luna.

Desde la base se comunicarán de forma remota con Alexa para probar el software.

El objetivo final es que el asistente de Amazon acompañe a los astronautas y les ayude a comunicarse y a controlar ciertos sistemas no críticos con la voz, para que su labor sea más sencilla.

Quizá los cohetes de Blue Origin no viajen a la Luna, pero al menos Jeff Bezos verá como una de sus criaturas, Alexa, aterriza en nuestro satélite.