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La atmósfera de la Tierra es más grande de lo que pensábamos, y la Luna queda dentro

Cara oculta de la Luna

Prácticamente cada día hay novedades en lo que a un descubrimiento espacial se refiere. Es lógico, hay muchos ojos ''mirando'' hacia arriba, y en un espacio infinito, es normal que surjan nuevos descubrimientos. Sin embargo, seguimos fascinados por el cuerpo celeste más cercano, la Luna, y ahora parece que es ''nuestro''.

Y es que, según un grupo de expertos, nuestra atmósfera es mucho más grande de lo que se pensaba. Poner un límite a la atmósfera es una tarea complicada, ya que la línea en la que los últimos reductos gaseosos se unen al espacio es extremadamente delgada, pero se colocó en los 200.000 kilómetros

Ese es el punto en el que la presión de la radiación solar anula la gravedad de la Tierra. Sin embargo, los nuevos descubrimientos gracias al Observatorio Solar y Helioesférico de la NASA y la ESA, el SOHO, se ha trazado un nuevo límite para la atmósfera de la Tierra.

Concretamente, ahora estaría en los 630.000 kilómetros, una capa denominada ''geocorona'' que envolvería a nuestro satélite. Y es que, se estima que la distancia a la Luna es de unos 285.000 kilómetros, por lo que quedaría a mitad de camino entre la Tierra y el límite de nuestra atmósfera.

Y, realmente, no se ha utilizado una técnica novedosa, sino algo que lleva décadas utilizándose, un método de medición que las agencias espaciales utilizan para ver si el planeta que están observando es potencialmente habitable, ya que esta geocorona se forma en planetas con hidrógeno en su exosfera, como la Tierra o Marte.

Lo impresionante de esto es que las lecturas de SOHO datan de hace más de 20 años, pero nadie, hasta ahora, las había analizado, y para realizar dichas lecturas se utilizó el SWAN, un instrumento diseñado para medir la emisión ultravioleta.

Geocorona

Con este instrumento se mide la radiación ultravioleta que se produce como consecuencia de la acción del Sol y las partículas de hidrógeno, y el descubrimiento es importante porque, más allá de saber que la Luna está dentro de nuestra atmósfera, servirá para hacer mediciones y misiones más precisas al satélite.

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Y es que, los rayos ultravioleta pueden afectar a los instrumentos de medición terrestres, por lo que descubrir que hay hidrógeno y radiación más allá de lo esperado, servirá para realizar ajustes en los instrumentos de la Tierra para conseguir cálculos más precisos en las misiones a la Luna.

Más allá de los efectos prácticos, sí, la Luna está dentro de nuestra atmósfera.

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