Los beneficios de los frutos secos para la salud, según los nutricionistas
Los frutos secos han sido habitualmente señalados y expulsados de dietas consideradas como saludables, sobre todo de las que tienen como objetivo perder peso. Su alta cantidad de calorías y grasas es lo que tradicionalmente ha provocado el rechazo hacia estos alimentos, aunque es un error mayúsculo.
A día de hoy existe evidencia científica más que suficiente para afirmar que comer frutos secos no engorda, o al menos no hay estadística que demuestre la relación entre comerlos y ganar peso. Además, los frutos secos tienen beneficios para la salud que los hacen imprescindibles en cualquier dieta sana y equilibrada.
En concreto, hay un estudio elaborado en Estados Unidos y publicado en 2017 que asocia un mayor riesgo de accidente cardiovascular -la mayor causa de muerte prematura en el mundo- a comer demasiados pocos frutos secos, verduras, semillas y cereales.
En concreto han acotado a 10 nutrientes cuyo déficit en la dieta puede empeorar notablemente tu salud. Algunos son viejos conocidos, como los ácidos grasos Omega-3, mientras que otros son más novedosos, como por ejemplo los ácidos grasos insaturados.
Estos son los beneficios de los frutos secos por los que deberías comerlos a diario:
- Reducen el colesterol: los ácidos grasos no saturados ayudan a aumentar el colesterol bueno (HDL) y a reducir el mal (LDL).
- Previenen las arritmias: el omega-3 ayuda a prevenir el desarrollo de ritmos erráticos en el corazón.
- Evitan la formación de coágulos: hay cierta evidencia que señala que el omega-3 puede servir para prevenir la formación de coágulos, con un efecto en cierto modo similar al de la aspirina.
- Relajan los vasos sanguíneos: el óxido nítrico es un compuesto que ayuda a relajar las venas y arterias y mejora la circulación. Para formarlo, es necesario tener suficiente arginina, muy presente en los frutos secos.
- Previenen la diabetes tipo 2: al aumentar los niveles de glucagón, los frutos secos mantienen estable los niveles de glucosa, previniendo la formación de diabetes.
- Sacian el apetito: al ser ricos en grasas y calorías, el efecto de los frutos secos sobre tu dieta puede ser al contrario de lo que pensabas: te llenan y por eso evitan que comas otros alimentos que no necesitas. Es justo el efecto contrario a las dietas bajas en calorías.
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