El cambio climático obliga a refrigerar las calles en Catar

Vivimos un año de tristes récords en torno a las temperaturas globales: cuando todavía era primavera algunos termómetros de la India superaban los 50 grados,  el hemisferio norte ha tenido el verano más caluroso registrado desde 1880 y el pasado mes de julio algunos puntos del Círculo Polar igualaron la temperatura de Nueva York.

Si hablamos de calor inaguantable, en la región de Qatar la vida en el exterior se hace prácticamente imposible. En las noches de verano, las temperaturas rara vez bajan a menos de 32 grados Celsius mientras durante el día pueden elevarse más de 48 grados. 

Como respuesta, desde su Gobierno han impulsado la climatización de sus espacios exteriores, una “solución” que, en última instancia, podría exacerbar todavía más el calor sofocante, ya que cabe recordar que el gasto eléctrico de aire acondicionado agrava todavía más el cambio climático y contribuye al calentamiento global.

Dado que el calor extremo ha puesto en riesgo la salud de los residentes de la nación, la respuesta institucional ha sido la instalación de unidades de aire acondicionado en sus estadios deportivos al aire libre, centros comerciales y mercados. “Si se apaga el aire acondicionado, será insoportable”, dijo a WaPo Yousef al-Horr, fundador de la Organización del Golfo para Investigación y Desarrollo centrada en la sostenibilidad. “No se puede funcionar de manera efectiva”.

Esta solución puede ser funcional para enfriar el ambiente de forma temporal y mejorar las condiciones de los residentes de Qatar, pero a medio y largo plazo constituyen una trampa ambiental: la nación usa combustibles fósiles para generar la electricidad necesaria para hacer funcionar los dispositivos. Esos combustibles fósiles, a su vez, producen emisiones de carbono, que contribuyen al calentamiento global que está haciendo de sus espacios públicos lugares irrespirables.

Aunque los países firmantes del Acuerdo de París acordaron tratar de evitar que las temperaturas suban a 2 grados Celsius (3.6 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales, Qatar ya ha excedido ese umbral, lo que significa que la situación actual de la nación podría presagiar nuestro futuro.

“Qatar es una de las zonas de calentamiento más rápido del mundo, al menos fuera del Ártico”, dijo a WaPo el científico de datos climáticos de Berkeley Earth, Zeke Hausfather. “Los cambios allí pueden ayudar a darnos una idea de lo que el resto del mundo puede esperar si no tomamos medidas para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”. Más nos vale pisar el acelerador de esta lucha.