Las naranjas están llenas de nutrientes y son una fruta muy apreciada por su alto contenido en vitamina C. Lo que quizá no sabías es que la piel de la naranja también tiene propiedades beneficiosas para la salud, y además ayuda a adelgazar. 

La temporada de naranjas en España comienza en septiembre y finaliza en junio o julio, de manera que podemos disfrutarlas durante muchos meses. La naranja tiene la ventaja de que se trata de una fruta muy versátil que se puede consumir de formas muy variadas: en crudo, en zumo, en ensaladas, en postres o en guisos.

Entre sus beneficios para la salud destaca que favorecen el funcionamiento del sistema inmunológico, mantiene los niveles de glucosa en sangre bajo control, reduce la presión arterial, controla el colesterol y es buena para la piel.

Aunque las propiedades de la naranja son bastante populares y conocidas, no lo son tanto los de la cáscara, y poca gente sabe que la piel de la naranja es un alimento quemagrasas y ayuda a perder peso. Y es que, al igual que la pulpa, la cáscara es rica en vitamina C, que favorece el consumo de las grasas para adelgazar. Además, estudios científicos han descubierto que los extractos de piel de naranja tienen propiedades para combatir la obesidad. 

Si quieres adelgazar, estos alimentos también te ayudan a quemar grasas

Otro motivo por el que la cáscara de naranja ayuda a adelgazar es su alto contenido en fibra. Todas las pieles de la fruta lo son, de manera que se convierte en un suplemento perfecto para que te sientas más saciado y favorecer la pérdida de peso.

Por otra parte, la piel de naranja es beneficiosa para combatir el estreñimiento que en ocasiones acompaña a las dietas para adelgazar. Esto es debido a su contenido en polisacáridos no solubles como la pectina, favorece el buen funcionamiento del sistema digestivo lo que, a su vez, está relacionado con la pérdida de peso.

Pero, ¿cómo puedes comer la cáscara de la naranja? Tomarla cruda puede resultar desagradable, ya que la parte blanca resulta amarga, pero si no te disgusta puedes cortarla en trocitos y añadirla a yogures o ensaladas. Otra idea idea es infusionarla con agua caliente, bien poniéndola cruda o bien dejándola secar. También tienes la opción de secarla y triturarla para hacer un polvo fino, que puedes utilizar para añadir a tus infusiones, postres y otros platos.