Esta caseta de perro oxidada se ha vendido en Christie's por 44.000 euros, y la razón está en su tejado

Eran las 9:07 de la noche del 23 de abril de 2019, cuando algo pasó en la caseta del perro Roky, en la localidad de Aguas Zarcas, en Costa Rica.

Roky salió ladrando de su refugio, asustado. Cuando llegaron sus dueños, descubrieron un agujero de unos centímetros en el tejado metálico y oxidado de la casa del perro Roky.

En su interior hallaron un meteorito de varios centímetros de diámetro. Y ya sabemos lo que eso significa: que te ha tocado la lotería.

El meteorito, bautizado con el nombre de la localidad, Aguas Zarcas, entra dentro de la categoría de los poco comunes.

Contiene docenas de miles de compuestos orgánicos, entre ellos aminoácidos, pero también granos presolares dos veces más antiguos que el Sistema Solar. 

Ironías de la vida, el meteorito de Aguas Zarcasse ha vendido en la casa de subastas Christie's por 21.420 dólares. En cambio la vieja caseta oxidada del perro Roky, con el agujero del meteorito en el tejado, ha alcanzado un valor de 44.100 dólares.

Parece que hoy en día la casualidad tiene más valor que la causa de esa casualidad. La suerte vale más que la ciencia.

Hay que reconocer que la historia del meteorito Aguas Zarcas acumula una casualidad infinitesimal. Cada año llegan a la tierra miles de toneladas de rocas especiales, pero la inmensa mayoría se disuelven en la atmósfera.

Las pocas que la atraviesan casi siempre caen al mar, que para eso cubre el 70% de la superficie del planeta.

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Solo algunos meteoritos llegan a suelo terrestre. Y la posibilidad de que caigan en zona habitada es baja, porque pese a la superpoblación, la mayoría de los humanos viven en ciudades.

Aún cayendo en un sitio poblado, la probabilidad de que atraviese la caseta de tu perro, es... pues eso infinitisimal. Y para colmo, el perro se llama Roky, muy similar a Roca en inglés...

Son muchas casualidades encadenadas, pero entre una caseta vieja y oxidada con un agujero, y un meteorito del espacio exterior el doble de antiguo que el Sistema Solar, nosotros nos quedamos con la piedra...