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Científicos desarrollan con éxito una molécula quema grasas para combatir la obesidad

Células de grasa

Un grupo de científicos desarolla en fase inicial la posibilidad de frenar la obesidad mediante una nueva molécula

Durante ya varios años las investigaciones han conseguido demostrar que existen diferentes tipos de grasa, y a su vez con estas intentan encontrar la forma de pasar la grasa "mala" a grasa "buena, en un intento por acabar con la obesidad.

Un nuevo estudio ha introducido una nueva molécula en la mezcla, que puede ser dirigida con tratamientos para prevenir el aumento de peso en ratones con dietas altas en grasas, y que podría ser de ayuda con un control médico ajustado.

Este grupo de científicos de la Universidad de Bonn, ha realizado una investigación centrada en las diferencias entre la grasa blanca y la grasa marrón, y en la forma en que el cuerpo promueve un tipo sobre el otro.

Celulas

Mientras que la grasa blanca es donde el cuerpo almacena el exceso de energía, la grasa marrón quema lípidos y glucosa para generar calor corporal. Esto nos mantiene calientes en temperaturas frías y posiciona la grasa marrón como la más deseable de las dos formas.

Los experimentos del equipo implicaron someter las células grasas marrones a un estrés severo para desencadenar su muerte. Los científicos descubrieron que estas células segregan una molécula llamada inosina purina en grandes cantidades, lo que a su vez estimula el gasto de energía en las células grasas morenas y sanas vecinas

 

Los ratones con dietas altas en grasas tratadas con inosina permanecieron más delgados que los ratones de control y estaban protegidos de la diabetes.

A su vez intentaron experimentos para convertir la grasa marrón en blanca, aunque esta todavía está en proceso, y sería la clave para conseguir generar esta grasa que deja menos residuos corporales.

Los científicos también tomaron un medicamento desarrollado para tratar el trastorno de la coagulación que inhibe el transportador de inosina y se lo dieron a los ratones, que los vieron quemar más energía como resultado. 

Esto plantea la perspectiva de que los medicamentos que se dirigen a este mecanismo puedan desplegarse como tratamientos para la obesidad, aunque se necesitan más investigaciones para determinar la seguridad y eficacia del enfoque.

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Etiquetas: Salud