En Colombia los niños tienen que cruzar un barranco de 200 metros de altura colgados de un cable, para ir a la escuela

Suele pasar que nos acostumbramos tanto a los privilegios y la vida moderna, que nos olvidamos de lo difícil que lo tienen otras personas.

Los niños de ahora se quejan porque tienen que ir en autobús al cole, o montar en el coche de un compañero, para ahorrar gasolina.

Pero en la localidad de Acacias, en Colombia, niños de 7 u 8 años tienen que bajar un barranco de casi 300 metros de altura, y colgar casi 500 metros en el aire sujetos solo por una simple polea y una cuerda. Lo hacen todos los días, para ir al colegio. Puedes verlo en este vídeo de la Gobernación del Meta:

18 familias de Los Pinos, en Acacias (Meta), acuden a Guayabetal todos a los días a estudiar y trabajar.

El problema es que ambos emplazamientos están separados por el cañón del río Negro, un impresionante barranco de casi 300 metros de altura.

Desde hace 50 años ha existido un cable con una polea, que los más valientes usan para cruzar al otro lado, y también para transportar mercancías.

Además existía un puente, pero se derrumbó en 2018. Así que durante 3 años todos los habitantes de Los Pinos, incluyendo niños de 7 u 8 años, han tenido que usar cable a diario para acudir a trabajar o estudiar, porque bordear el río por el paso más cercano son casi 3 horas de caminata.

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La peligrosa tirolina desciende casi 300 metros de altura, y recorre 450 metros en donde los niños cuelgan directamente de una simple polea a velocidades de hasta 90 Km/h. Hay otra tirolina para volver.

La seguridad es mínima. No puedes evitar un escalofrío cuando ves que todo el mecanismo se compone de un simple cable, una polea, unas cuerdas de sujección, y un trozo de madera para frenar.

En este otro vídeo se puede ver a los niños usando la tirolina. A las niñas más pequeñas las bajan metidas en un saco que cuelga de un simple gancho, cuya tela podría romperse en cualquier momento. Escalofriante...

Después del peligroso viaje, la aventura no termina aquí: los niños tienen que andar unos 25 minutos en pleno bosque, hasta llegar al colegio.

Por suerte, como vemos en el primer vídeo, la Gobernación del Meta se comprometió en diciembre pasado a reconstruir el puente derruído, para que los niños y las personas mayores no tengan que seguir usando este peligroso sistema de transporte.