Afortunadamente hoy en día cocinamos con menos aceite, desde que las freidoras sin aceite se han puesto de moda.

Pero en muchas recetas es imprescindible freír los alimentos o los ingredientes con abundante aceite. O, simplemente, te gusta más así que con las freidoras de aire caliente.

Sea con sea, al final acabamos acumulando aceite usado, que ya no sirve. ¿Qué hacemos con él? En muchos lugares hay contenedores para reciclarlo, pero es posible que no tengas uno cerca. La tentación es tirarlo por la desagüe del fregadero, o por el retrete. ¡No lo hagas!

El aceite usado es contaminante, y además termina acumulándose en los giros de las tuberías, provocando importantes tapones.

El primer consejo que podemos darte es que lo reutilices todo lo posible. El aceite de cocinar aguanta muy bien sucesivos usos, así que puedes emplearlo para freír en numerosas ocasiones, sin que los alimentos adquieran sabor.

Pero tarde o temprano se acabará estropeando. Una solución es meterlo en botes o botellas y cuando tengas varias, llevarlas a un centro de reciclado.

Estas son soluciones obvias que todo el mundo conoce, así que vamos a darte otra, muy práctica, y que poca gente conoce.

¿Sabías que puedes convertir aceite, que es un líquido viscoso, es un bloque sólido, que puedes tirar directamente a la basura?

Para ello necesitas usar un solidificador de aceite. Hay muchos, y son fáciles de encontrar en comercios como Amazon. Por ejemplo este solidificador de la marca QuickShane vale 13,5 euros y viene con dos bolsas, cada una para usar con hasta 3 litros de aceite.

Esta fabricado con ingredientes ecológicos naturales, que no son tóxicos. Es tan sencillo como echar el producto en el aceite usado, cuando está caliente, y cuando se enfríe se convertirá en un bloque sólido. Retíralo con una espátula y lo puedes llevar a un centro de reciclado, sin necesidad de botes, o tirarlo directamente a la basura.

Es una solución cómoda y sencilla, que te ahorra un problema. ¿Lo has probado alguna vez?