A primera vista, hervir un huevo puede parecer la tarea de cocina más simple de hacer. Pero, hervir un huevo correctamente no es tan fácil como nos creemos. Si algún vez has intentado realizar este proceso es posible que no te haya salido correctamente, que se hayan quedado restos blancos o que se haya partido en mitad del proceso.

Tranquilo, no has sido el único al que le ha pasado. Conocido por sus múltiples propiedades, comer un huevo nos ayuda a calmar la ansiedad y es uno de los recomendados para vivir muchos años. Pero si queremos aprovechar al máximo los beneficios de tomar huevos, tenemos que saber la manera de cocinarlos correctamente.

La principal dificultad a la hora de hervir un huevo correctamente radica en diferenciar las dos partes de que se compone. Por un lado encontramos la yema y por otro lado tenemos la clara del huevo. Ambas cuentan con composiciones diferentes, de manera que hemos de saber cómo son y para saber tratarlas. Esto implica que cada parte del huevo necesita alcanzar temperaturas diferentes para llegar a cocerse por completo.

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De acuerdo con el libro de cocina The Food Lab: Better Home Cooking Through Science escrito por J. Kenji López-Alt, la temperatura correcta para hervir un huevo son 82 grados. Estos son los grados que necesita la proteína de la clara del huevo para alcanzar su punto máximo. Un cifra que es aproximadamente 10 grados más que la temperatura ideal para la yema del huevo - por encima se seca, comienza a desmenuzarse e incluso se pone de color verde. 

El truco para cocinar un huevo de manera correcta consiste en hervir los huevos hasta que la clara alcance su máximo pero sin llegar a adherirse a la cáscara. A continuación introducimos cubos de hielo para bajar la temperatura y acabamos el proceso con una cocción larga y lenta. Otra manera de hacerlo es sacar e introducir un huevo del agua cada 30 segundos hasta que esté totalmente cocinado.

[Fuente: QZ]

[Fuente de las imágenes: ThinkStock]