8 consejos de dos psicólogos para no estresarte estas fiestas navideñas

¿Te gusta celebrar la Navidad? Te sorprendería saber la cantidad de personas que responden negativamente a la pregunta...
Las fiestas navideñas son unas celebraciones teóricamente perfectas: te reúnes con la familia y los amigos, en casi todos los trabajos dan días de fiesta, se intercambian regalos... Entonces, ¿por qué generan tanto estrés y ansiedad?
La clave está en una palabra: compromisos. La Navidad es una celebración social basada en los compromisos, muchas veces forzados.
Tienes la obligación de celebrar con familiares, amigos y compañeros de trabajo abundantes comidas, cenas o reuniones, y algunas de ellas tienes que organizarlas tú. Y coindidir con gente que, quizá, no te lleves bien o no soportes, pese a ser familia...
Y luego están los regalos: gastos, búsquedas, ese juguete que está agotado, esa televisión que me ha llegado mal y tengo que devolver, ese iPhone que se ha perdido en el transporte y no va a llegar a tiempo...
Las fiestas navideñas se han convertido en un montaña de obligaciones sociales, que generan estrés y ansiedad.
Kathi Cameron, psicóloga deportiva, y Greg Docter, psicólogo, explican en la web de salud Activebeat algunos consejos para evitar el estrés y la ansiedad en Navidad.
Dormir
El ajetreo de las fiestas navideñas agota, así que la regla número 1 es dormir todo lo que se pueda estos días. Entre 7 y 9 horas, especialmente antes de una celebración importante.
Descansar bien reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, y relaja los nervios. Te ayudará enfrentarte mejor a los desafíos de la Navidad.
Aprende a decir no
Muchas personas no saben decir que no. Pero es importante para evitar situaciones de estrés.
Si llevas todo el día ocupado sin parar y un familiar o amigo te invita a tomar algo pero no tienes fuerzas, dile que no, y explícale el motivo. Lo entenderá. Para no sentirte culpable, en lugar de cancelar la propuesta, posponla para otro momento.
Lo mismo se aplica a otros compromisos, incluyendo caprichos navideños de los hijos y la pareja.
No busques la perfección
No siempre la cena de Navidad o los regalos de Reyes pueden ser perfectos. La perfección, por definición, no existe, y médicamente se sabe que los perfeccionistas sufren estrés, frustración, y ataques de ira.
No pongas el listón muy alto y aprende a aceptar, e incluso a ver el lado divertido de la imperfección.
Sal a andar
Aunque haga frío, si te sientes agobiado o te has pasado todo el día en casa preparando la cena de Navidad o rastreando webs de regalos, sal un rato a pasear.
Un paseo despeja la mente, tonifica el cuerpo, mejora el humor y hace que descanses mejor. Es una actividad antiestrés.
Come verde
En Navidad abusamos de los dulces, turrones, chocolates, y comidas calóricas, y eso favorece la depresión y la fatiga.
No te olvides de comer abundantes vegetales entre todas esas comilonas (o mejor aún, dentro de ellas), para contrarrestar los mencionados efectos.
Maneja un presupuesto, y no te salgas de él
Muchos de los casos de estrés navideño están asociados a los gastos excesivos de la Navidad: comida, regalos, viajes...
Antes de las fiestas prepara un presupuesto, e intenta ajustarte a él todo lo que puedas. Eso evitará cabreos y sustos cuando lleguen las facturas de enero...
Reserva tiempo para tí
Hemos hablado de los compromisos: con la familia, con los amigos, con los hijos... Pero mentalmente todo el mundo necesita tiempo para sí mismo.
En estas fiestas reserva un rato todos los días, o siempre que puedas a algo que te gusta a tí. Leer, ver una serie, escuchar música, darte un baño caliente de una hora, jugar a ese videojuego que llevas meses aplazando...
Tu cerebro te lo agradecerá.
No te dejes influir por la sociedad
La televisión, las películas navideñas, la publicidad, los programas especiales navideños, intentan imponernos una forma estandarizada de disfrutar de la Navidad.
Nos imponen la obligación de disfrutar de armoniosas cenas familiares, de emotivos reencuentros, de fiestas de Nochevieja y Fin de año en pareja...
Pero el mundo real es muy diferente. En esta época hay muchas personas que se sienten solas, que echan de menos a familiares o amigos fallecidos, que no tienen familia cercana, y otras circunstancias.
Y obligarse a sentir lo mismo que nos transmite la publicidad, o las redes sociales, genera estrés y ansiedad.
Según estos doctores, es perfectamente normal no sentir alegría en Navidad, o no querer celebrar las fiestas como impone la sociedad. Lo importante es aceptar lo que sentimos y aprender a vivir con ello, no hay que obligarse a cambiar estos sentimientos por otros que nos imponen los demás.
Si sigues estos consejos, reducirás el estrés y la ansiedad de las fiestas navideñas, y podrás enfrentarte con más ánimo a esos compromisos, e incluso disfrutar con ellos.
Mucho ánimo... ¡y felices fiestas!
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Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, autor/a de este artículo.
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