Daisugi, la técnica japonesa con 600 años de antigüedad para cultivar madera sin cortar los árboles

Nadie ha conseguido "domesticar" a la árboles como los japoneses. La técnica del Daisugi es una buena demostración de esta maestría.
No vamos a descubrir nada nuevo si hablamos de la sabiduría de los japoneses para adaptar la Naturaleza a sus necesidades, o a su concepto del arte. Los jardines japoneses son mundialmente conocidos, así como el arte de los bonsáis, muy popular en todo el mundo.
Menos conocida es la técnica Daisugi, que se practica desde hace 600 años. Gracias al Daisugi los japoneses son capaces de producir madera sin talar los árboles.
Parece un contrasentido, porque en todo el mundo la madera se consigue serrando los árboles para aprovechar los troncos y las ramas. Pero la magia del Daisugi permite producir madera sin dañar el árbol original:

Otra curiosidad: tal como nos explica Wrath of Gnon, los jardineros y arbolistas japoneses, que se llaman niwashi, siempre llevan un traje de algodón azul. Esto es porque está teñido de forma natural con una planta que repele los insectos. Así consiguen mantenerlos alejados sin usar productos químicos.
¿En qué consiste el Daisugi? Es una técnica de producción de madera que se aplica a un tipo de árbol especialmente indicado para ello, el Crytomeria japonica, una conífera de la que solo existe una especie, endémica de Japón. Aunque hoy en día se cultiva en muchos sitios, como árbol ornamental.
Los japoneses llaman sugi a este árbol, y Daisugi se puede traducir como cedro de plataforma, porque los troncos del árbol se usan como una plataforma sobre la que crece el tronco que se va a talar.
Lo que hace el Daisugi es podar el árbol con una técnica similar a la que se usa con los bonsáis, para producir brotes que crecen completamente rectos y sin ramas.
Para conseguirlo hay que podar constantemente el tronco durante dos años, dejando solo las ramas superiores.
Para que crezca por completo tienen que pasar 20 años, pero así consiguen madera que se puede talar sin tener que cortar el árbol completo, que seguirá creciendo y produciendo más madera. Hay árboles viejos que pueden producir más de 100 brotes al mismo tiempo.
El Daisugi ya existía en el siglo XV. Se cree que se originó en el período Muromachi, cuando entre la clase alta y los samuráis se puso de moda un tipo de vivienda fabricada por completo de madera. Pero había zonas en donde no había suficientes árboles, por eso se inventó esta técnica para producir madera sin tener que cortar todo el árbol.
Pese a que fue muy popular hace siglos, hoy en día el Daisugi ya no se utiliza para producir madera, porque es una técnica poco eficiente: hay que esperar 20 años para obtener resultados. Pero sigue siendo imprescindible en los jardines ornamentales, en donde se usa el Daisugi por su belleza estética.
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Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, autor/a de este artículo.
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