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Desarrollan un sistema GPS que rastrea dentro del cuerpo humano

Cuerpo humano

Los métodos con los que cuenta la medicina actual para estudiar el interior del cuerpo humano son invasivos y muy costosos. Por eso un grupo de científicos estaría cerca de desarrollar un sistema más sencillo para sustituir los desagradables tubos con cámaras

El equipo dirigido por la profesora Dina Katabi en el Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT propone un sistema GPS, llamado ReMix, que se introduciría dentro del cuerpo en busca de pequeños implantes ingeribles. La función de estos implantes es la realizar un seguimiento de los tumores y, en un futuro, administrar medicamentos de manera específica a una región del cuerpo. 

La prueba realizada y que puede verse este vídeo consistió en colocar uno de esos implantes en un tumor falso que se encontraba dentro de un recipiente lleno de tejidos animales. ReMix funciona simplemente como receptor por lo que no necesita una fuente de alimentación. 

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Los GPS que usa, por ejemplo, Google para indicarnos la posición de nuestro teléfono se comunican con una señal de radio inalámbrica, sin embargo, este sistema se comunicaría con otro dispositivo del laboratorio, el problema surge cuando esa señal de radio intenta atravesar la piel de nuestro cuerpo. 

Aunque parece muy delicada, la capa de piel que protege nuestro cuerpo es realmente buena devolviendo las señales, los científicos calculan que las señales revotadas en la piel son 100 mil veces más potentes que las que envía de vuelta el dispositivo.

De momento el sistema tiene una precisión de 1,4 centímetros, lo que en comparación sería como que si el sistema GPS de un smartphone señalizara una ciudad entera en vez del edificio o la calle que estamos buscando. El margen, según la profesora Katabi, debería ser de milímetros para que el sistema ReMix tuviera una aplicación práctica en un hospital con terapias como las que combaten el cáncer con protones. Esta terapia consiste en bombardear los tumores con haces de protones controlados por imanes, pero es necesario un alto grado de precisión para poder recetar las altas tasas de radiación necesarias para su efectividad sin ocasionar problemas en otras regiones del cuerpo. 

Este sistema sería de gran ayuda a la comunidad médica ya que alertaría a los doctores del movimiento del tumor durante el tratamiento, evitando que expusieran las zonas sanas de alrededor, explican en la web del MIT.

"Una de las razones por las que la terapia de protones es tan costosa es debido al coste de instalación del hardware", explica uno de los científicos. "Si estos sistemas pueden fomentar más aplicaciones de esa tecnología, habrá más demanda, lo que significará más centros de terapia y precios más bajos para los pacientes".

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