Descubren 143 nuevas líneas de Nazca desconocidas hasta el momento
Un equipo de investigadores de la Universidad de Yamagata ha descubierto 143 nuevas líneas de Nazca que habían pasado desapercibidas hasta el momento.
Las líneas de Nazca son uno de los misterios arqueológicos más enigmáticos de la Tierra. Se trata de dibujos de enormes dimensiones trazados sobre la arena en Perú, ubicados entre las poblaciones de Nazca y Palpa, que en algunos casos tienen una antigüedad de hasta 2.500 años. A ras de suelo parecen ser un laberinto sin sentido, pero desde las alturas se puede observar que en realidad representan formas geométricas, así como figuras de plantas, animales o personas.
A día de hoy, aunque hay muchas teorías que intentan explicar su significado y razón de ser, se desconoce cuál era el propósito real de estos dibujos mastodónticos.
Hasta el momento se conocían unos 300 geoglifos, que es como se denomina a estos trazados sobre la tierra, pero ahora los investigadores de la Universidad de Yamagata, con la ayuda de sistemas de Inteligencia Artificial de IBM, han descubierto otros 143 nuevos dibujos que no habían sido hallados todavía.
La contribución de la tecnología de IBM ha sido clave para este hallazgo. El IBM Watson Machine Learning Accelerator ha sido el responsable de analizar grandes volúmenes de imágenes de drones y satélites, lo que ha permitido identificar las nuevas figuras que habían pasado desapercibida hasta el momento.
Los arqueólogos creen que los nuevos geoglifos datan de un período comprendido entre los años 100 a.C y 300 d.C, y explican que las figuras fueron creadas quitando las piedras negras que cubren la tierra, dejando al descubierto la arena blanca subyacente. Entre los nuevos dibujos destacan nuevas figuras humanoides, una serpiente de dos cabezas o nuevas aves.
Los investigadores clasifican los geoglifos en dos tipos. Los de Tipo A, de mayor tamaño, tienen habitualmente formas de animales, y piensan que señalan lugares rituales donde las personas celebraban ceremonias donde destruían recipientes de cerámica. Por otro lado, el Tipo B se compone de figuras de menor tamaño y se trazaron a lo largo de los caminos, probablemente como señales para orientar a los viajeros hacia los lugares rituales.
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